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¿Por qué el perro se echa al piso panza arriba?

Cuantas veces has visto a tu perro tumbado de espaldas en el piso con su barriguita al aire, pero tal vez no sepas realmente qué significa este comportamiento.

Cuando encontramos a nuestro perro o a cualquier peludos, tirado en el piso con sus patas arriba, lo primero que solemos hacer es acariciar su barriga, y cuando vemos su rostro lleno de placer y alegría, suponemos que eso es lo que busca. Sin embargo, hay varias explicaciones detrás de esta postura.

Es importante destacar que, aunque en la mayoría de los casos tumbarse boca arriba es una señal positiva, siempre debes considerar el contexto y el comportamiento general de tu perro para encontrar la explicación más adecuada.

Como por ejemplo la posición que asume cuando y como duerme tu perro.

Como sabemos, cada perro es un individuo con su propia personalidad y estilo de comunicación, por lo que es esencial interpretar su comportamiento en el contexto correcto.

Tranquilidad y seguridad

Lo primero que debemos entender es que para un perro dormir boca arriba es la posición más vulnerable posible para él. De hecho, en esta posición demuestra que baja la guardia en cierto sentido, dejando sus genitales y estómago al descubierto. Una elección que ciertamente no utilizaría durmiendo donde el ambiente podría generar alerta o preocupación.

¿Un signo de sumisión?

Debemos tener en cuenta que tumbarse boca arriba, para un perro, desde el punto de vista del comportamiento, se considera un signo de sumisión hacia individuos u otros perros que percibe como dominantes o superiores en la jerarquía. Este gesto indica que el perro tumbado no es una amenaza y está tratando de evitar un conflicto.

Confianza y relajación

Cuando un perro se tumba boca arriba, es porque se siente seguro haciéndolo, lo que significa que se siente a gusto contigo y en su entorno. Esta actitud también puede indicar que el perro confía en las personas o en otros animales presentes. Esto se debe a que en esa zona del cuerpo se encuentran los órganos vitales, y exponerlos representa un momento de vulnerabilidad que no siempre pueden permitirse. Sin embargo, entrenar a un perro para que se tumbe en el suelo y muestre la barriga, o forzarlo a estar en esa posición, podría causarle una gran ansiedad e incluso respuestas violentas.

Caricias y cosquillas

Algunos perros adoptan esta postura para buscar atención y cariño de sus dueños porque han aprendido que cada vez que lo hacen, reciben una caricia. A diferencia de los gatos, a muchos perros les encanta que les toquen la barriga.

También es importante mencionar que muchos de ellos no toleran bien las cosquillas, por lo que es mejor optar por acariciarles con la mano abierta en lugar de hacerlo de manera suave o repetitiva, lo que podría intensificar las sensaciones de picazón y cosquilleo.

La picazón es provocada por un toque muy ligero en la piel, que desencadena un escalofrío o piel de gallina, y en los perros también puede ser causada por la presencia de insectos o parásitos en la piel.

Las cosquillas, por otro lado, se desencadenan con una presión moderada y repetida, lo que provoca movimientos instintivos para alejarse de la molestia.

Alegría y calor

Los cachorros tienden a adoptar esta posición con bastante frecuencia, especialmente si son juguetones o necesitan cariño constante. Revolcarse y tumbarse boca arriba también indica alegría y entusiasmo, especialmente cuando es recibido por alguien a quien el perro ama, y es una forma efectiva de comunicar amabilidad y tranquilidad.

Otra razón por la que los perros adoptan esta posición es para regular su temperatura corporal. Las áreas donde tienen menos pelo son la nariz y la barriga, por lo que, si quieren refrescarse con la brisa, se tumbarán de esa manera. Y harán lo mismo cuando quieran calentarse al sol, ya que su pelaje también los protege en ese caso.

Cuando tu perro se echa boca arriba, puede estar mostrando sumisión, confianza, buscando atención o regulando su temperatura. Como dueño de una mascota, es importante entender el lenguaje corporal de tu perro y responder a sus necesidades de manera adecuada.

Recuerda siempre que cada perro es único y que su comportamiento debe interpretarse en su contexto específico. ¡Así que sigue acariciando la barriguita de tu amigo peludo y disfruta de esos momentos especiales juntos!

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