Nuestras mascotas al igual que nosotros, las personas, tienen una membrana externa en la superficie ocular denominada Córnea, la cual sirve como una barrera física muy resistente al medio ambiente y a la vez actúa como la primera capa concentradora de rayos luminosos que luego ingresarán al ojo hasta la retina dando lugar al proceso de la visión.
M.V. Roberto Alcalde CMVP 4000 Veterinaria FLORES
Pérdida de la continuidad de la córnea.
Esta capa ocular externa (córnea) puede ser muy resistente físicamente, pero en las razas de cabezas redondeadas, narices cortas y ojos saltones, está muy expuesta, lo que determina su susceptibilidad a padecer erosiones, traumatismos e infecciones haciendo de esta patología (úlceras corneales) una de las más frecuentes en la consulta oftalmológica.
Las primeras señales que nos pueden alertar sobre una úlcera corneal son:
- Dolor en el ojo: que se manifiesta con lagrimeo, ojo cerrado o entrecerrado, relajamiento o aparición del Tercer párpado, necesidad de frotarse los ojos con las patas o en las superficies.
- Cambios en el color y apariencia del ojo: puede aparecer una superficie ocular blanquecina, negra o roja dependiendo del grado de lesión y tiempo de evolución.
- Fotofobia: el dolor aumenta con una fuente de luz como la luz del sol o la de una linterna.
Si bien muchas veces la causa exacta no puede ser determinada, las úlceras corneales deben tratarse lo más pronto posible porque cualquiera sea el tipo de úlcera, ésta puede progresar hasta producir una perforación corneal y el vaciamiento del contenido del ojo con la consiguiente pérdida de la visión.
En la consulta oftalmológica el médico Veterinario realizará una prueba de tinción con Fluoresceína para confirmar la lesión y determinar la complejidad de la úlcera, así mismo se instaurará y la terapia a seguir. Los tratamientos más sencillos involucran el uso de colirios y los más complicados la realización de cirugías protectoras o reconstructivas de la córnea.