El gato y su caja de arena es desde siempre una combinación muy importante, que se necesita saber bien gestionar, para una mejor salud de nuestro gato.
Todos sabemos cómo es quisquilloso y limpio el gato y su caja de arena. Pero la relación que puede tener un gato con su caja de arena es como de amor-odio.
Incluso cuando son muy pequeños, tienen un fuerte instinto que les lleva a cubrir sus propias necesidades, y esto es una gran ventaja para aprender a utilizarlos. Sin embargo, la edad avanzada, el estrés o los problemas de salud pueden derivar en problemas que, además de preocupantes, pueden generar molestias en el hogar.
Afuera del arenero
Uno de los motivos más habituales por los que los gatos hacen sus necesidades fuera del arenero es un problema urinario. La cistitis, la inflamación de la pared de la vejiga o del tracto urinario pueden hacer que el gato no llegue a tiempo al baño.
Los signos de este problema incluyen la micción frecuente de pequeñas gotas de orina, incluso orina con sangre, gemidos al orinar y el acicalamiento excesivo de la zona genital, que en lugar de calmar el ardor podría empeorar el problema.
Otras razones médicas se encuentran en problemas renales o tiroideos, diabetes mellitus, movilidad reducida y trastornos cognitivos. Si sospechas que tu gato tiene un trastorno de este tipo, contacta con un veterinario lo antes posible.

Cuando el problema no es médico
Afortunadamente, las razones por las que los gatos se ensucian fuera de la caja de arena no siempre son médicas. Un gato puede evitar la caja de arena porque simplemente no le gusta: a algunos no les gustan las versiones cerradas, a otros no les gustan las abiertas debido a la falta de privacidad.
Incluso cambiar la arena para gato, puede no ser de su agrado: los gatos tienden a preferir las que no tienen olor y tienen grumos, algunos incluso necesitan un poco mientras que otros prefieren un nivel más alto que les permita cavar. Y también puede haber problemas en caso de cambios de posición: la caja puede haber sido colocada en un lugar que le resulte incómodo o no adecuado.
Si por el contrario te has mudado de casa recientemente o ha llegado un nuevo cachorro a la familia, es probable que haga sus negocios a propósito para marcar su territorio. Incluso en estos casos, un veterinario podrá ayudarte, mostrándote la mejor estrategia para superar la desagradable situación.
En estos casos, hay quienes utilizan productos contra la ansiedad, el estrés y el miedo, pero puede que no funcionen para todos los gatos y seguro que no solucionan el malestar o malestar que están experimentando.
Sentado en su caja de arena
Si bien puede parecer menos que apropiado o higiénico, hay algunos gatos que van y se esconden dentro de su caja de arena, especialmente si es un modelo de “interior”. Esto se debe a que a los gatos les encanta estar en espacios pequeños y acogedores y algunas cajas de arena les brindan ese espacio. Lo eligen sobre otros lugares porque lo conocen bien y huele muy familiar.
Si has adoptado un gatito recientemente, es más que normal que se esconda allí hasta que se acostumbre a su nuevo hogar. Pero también hay quien lo sigue eligiendo como un “lugar seguro” para descansar un poco del juego o dormir la siesta.
En cualquier caso, si tu gato se sienta en la caja de arena durante largos periodos del día, más aún si nunca antes lo ha hecho, podría tener un problema médico o de estrés. Levantarlo y llevarlo a otro lugar puede ser aún más negativo para él, por lo que antes de abordar el problema de manera incorrecta, comuníquese con un veterinario.
Si, por el contrario, notas que tu gato se esconde allí porque no tiene otros lugares en la casa donde esconderse, debes equiparte para ofrecerle nuevos escondites intrigantes. Como sabemos, los gatos pueden meterse en espacios muy pequeños y tengo una gran pasión por las cajas vacías.
Así que centrarse en la variedad puede darle a tu minino alternativas válidas a la caja de arena, y así volver a usarla con serenidad.
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