Cuantas veces nos ha pasado de escuchar amigos o parientes, decir de tomar este remedio o este otro, que son fabuloso para el malestar que estamos teniendo.
¿Y cuantas veces ha funcionado?
Todo esto, no es lo mismo para nuestra mascota, es mucho peor. Porque ellos no pueden decirnos o expresar que tan malo es su malestar, y nosotros tenemos la obligación de cuidar de la mejor forma a nuestra mascota, llevándola al veterinario.
Ellos si saben cómo cuidar de ellos.
El veterinario es el profesional de la salud de referencia de tu mascota y, como tal, se ocupa de prevenir, diagnosticar y curar los trastornos de tu amigo peludo, aunque también vela por la salud de las personas que conviven con animales para evitar la zoonosis o contagio entre animales y humanos. En general, si nuestra mascota no presenta algunas molestias importantes, se recomienda que sea revisado por un veterinario al menos una vez cada 6 meses. Durante las visitas rutinarias, lleva el historial médico de tu mascota y la cartilla de vacunas. El veterinario te preguntará por los síntomas, cuánto tiempo hace que tu engreído se encuentra mal y si es la primera vez que le sucede. No dudes en consultar al veterinario todas tus dudas o inquietudes: estos profesionales son grandes amantes de los animales y están ahí para cuidar del bienestar de tu mascota y, con ello, de toda tu familia.
La automedicación es un comportamiento muy extendido entre las personas, pero lo que no sabíamos es que también las mascotas comienzan a sufrir este problema porque hay dueños que prefieren ahorrarse el costo del veterinario o solo por no encontrar el tiempo para llevarla. Pero tenemos que saber que los fármacos mal administrados pueden llevar a una situación peor.
En muchos casos se trata de mascotas que sufren algún tipo de patología crónica o reincidente y que cuando esto sucede los dueños en vez de buscar de nuevo el consejo del veterinario prefieren retomar el tratamiento que en su momento les aconsejaron los profesionales, sin tener en cuenta la evolución que haya podido experimentar la patología a lo largo del tiempo, ni tampoco las circunstancias físicas que presente el animal en cada momento.
Los dueños deben entender que la automedicación de los animales de compañía puede llevar a graves riesgos para nuestras mascotas.

Desde un punto de vista farmacológico hay que tener en cuenta que cada animal es un ser único y con un organismo singular que cambia en función de la raza, del peso, de la edad, etc., por lo que no existe un único tratamiento eficaz para cada uno de ellos. Solo un profesional capacitado podrá verificar la causa de los síntomas presentados por nuestra mascota y con definir un diagnóstico podrá finalmente, determinar un tratamiento adecuado a sus necesidades específicas.
La administración inapropiada o exagerada a tu mascota de cualquier tipo de fármaco, puede hacer correr peligros mayores que ellos mismo no se merece sufrir.
Denle la atención que se merece, es tu compañero en tu casa, con tu familia,
¡NO TE IMPROVISES VETERINARIO, ACUDE A QUIEN SABE DE VERDAD!
CAMPAÑA A FAVOR DE LA SEGURIDAD DE LA MASCOTA.