Reflexión sobre cómo ayudar a nuestra mascota a ganarle la batalla al estrés
Vivimos en la ciudad, lejos de la naturaleza, sumergidos en una vorágine de tráfico intenso y desordenado, donde los bocinazos se dan a cada paso, con alarmas que suenan intempestivamente a toda hora. Y ni qué decir de los proyectos inmobiliarios, construcciones que generan más y más ruido por doquier, todo el día. ¿Sintieron la tensión?
Seguro que sí.
Pues el diccionario define el estrés como la tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.
De otro lado, desde un punto de vista evolutivo, el estrés es probablemente el mecanismo que permite la evolución y desarrollo de las especies, ya que determina la adaptación más adecuada para entornos cambiantes.
Si nosotros tenemos que enfrentar a diario los embates de situaciones tensas y estresantes, nuestros perros tampoco son ajenos a ella.
Y es que al estrés generado por las situaciones arriba descritas se suma el tener que tolerar largas horas de soledad encerrados en casa esperando nuestro regreso.
Sí, el estrés también puede ser difícil de sobrellevar para nuestros engreídos.
Tiempo de calidad: Y ponga el estrés en modo pausa
Nuestras mascotas tienen que adaptarse o soportar todas estas circunstancias y sufrir las consecuencias.
Por ello, dedique a su mascota tiempo de calidad:
- Vive solo, sáquela a pasear temprano y si puede hágalo también a su regreso del trabajo.
- No puede hacerlo, contrate los servicios de un paseador de perros profesional, su mascota no solo disfrutará de las bondades del ejercicio, sino también de nuevos amigos perrunos.
- Tiene hijos adolescentes confíe en ellos y deje esta responsabilidad en sus manos. Los chicos y las mascotas lo disfrutarán ciento por ciento.
El ejercicio intenso o una sencilla caminata, dependiendo de la condición física y edad de su mascota, son una de las mejores formas de hacerle frente al estrés.
No lo piense más, salga a respirar y sentir su cuerpo, a agradecer el preciado regalo de la vida, el amanecer, los parques, la vista del mar y la compañía de su fiel amigo, quien sabrá agradecerle, como solo él sabe, esos momentos de relax.