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El pug una mascota con problemas

El pug una mascota mas adorable.

Cualquiera que vive con un pug en su casa, también sabe, que deben cuidar de sus problemas de salud, siguiendo tratamientos especializados que no necesitan otras razas. ¿Porque?

El pug una mascota, llamada también Carlino, es una de las razas de perros más queridas del mundo.

Una vez que fue el favorito de los aristócratas ingleses, también se ha extendido cada vez más al resto de la sociedad, y hoy en día el pug es considerado uno de los perros de compañía más amigables y fieles que existen.

Cualquiera que tenga uno, sin embargo, conoce muy bien sus problemas de salud, desde problemas respiratorios hasta óseos: el requiere una atención especial y un cuidado especializado que no necesitan otras razas.

Por eso, según un estudio publicado en Canine Medicine and Genetics, deberíamos cambiar la forma de mirar a esta raza: el pug, según el equipo del Royal Veterinary College, ya no puede ser considerado un perro normal, según sus estudios .

El hocico y otros problemas

El pug es una de las razas caninas más diferentes al modelo original que existen, fue creado por el hombre después de generaciones de una cuidadosa selección de caracteres, con el fin de obtener un animal con una apariencia ligeramente “lobuna”.

Su característica más evidente es la braquicefalia, es decir el hecho de tener un hocico aplanado, más ancho que largo.

Esto es la base de casi todos los problemas de salud propios de los pugs, empezando por el síndrome denominado BAOS y que les genera enormes problemas respiratorios (un característica que comparten con otras razas braquicefálicas, como el bulldog).

Los carlinos también son fácilmente propensos a la inflamación y la irritación entre los pliegues del hocico, y el 64 % de ellos nacen con una malformación congénita, displasia de cadera.

La lista de sus posibles patologías no acaba aquí, pero hay un detalle que las une a todas: son consecuencia de siglos de selección y mestizaje que han cambiado irremediablemente su aspecto y más.

El pug una mascota con problemas

Riesgo muy alto

El estudio del Royal Veterinary College trató de cuantificar estos problemas, analizando más de 26.000 perros (4.300 pugs y 22.000 pertenecientes a otras razas) y calculando para cada uno el riesgo de enfermar de una de 40 enfermedades muy comunes.

Lo que encontraron es que los pugs tienen una probabilidad de enfermarse casi el doble que otras razas no braquicefálicas; en algunos casos, como la obstrucción de las vías respiratorias, el riesgo para el pug es 50 veces mayor que el de las razas “sanas”.

Según los autores del estudio, el problema del pug es que nuestra selección ha encogido algunas partes (el cráneo, en particular) sin reducir proporcionalmente también el resto del cuerpo.

Esto significa que esta raza es muy susceptible a una serie de enfermedades propias, por lo que ya no debería considerarse un perro “normal”, al menos desde el punto de vista médico.

Los veterinarios deberían tratar a un pug de forma diferente a como lo hacen a un labrador o a un pastor alemán, y aplica protocolos a medida para él.

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