Ermanno Maniero y el perro sin pelo del Perú
En el año 2011, en la edición no. 5 de Planeta Mascota, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Ermanno Maniero, el hombre que hizo posible la clasificación oficial del perro sin pelo del Perú.
A dos años de su partida, queremos recordar su legado…
Cuando mi familia y yo llegamos al Perú, lo que más añoraba eran nuestras escapadas de fin de semana, nada nos gustaba más que descubrir y conocer el país.
Fue así como comenzamos a explorar Lima, el Callao, la Punta y sus alrededores.
Posteriormente, salimos al encuentro de Ancón, un balneario muy hermoso en aquel entonces.
Y dos lugares que nos atrajeron como un imán fueron siempre Chaclacayo y Chosica, por la carretera central.
En una ocasión, cuando nos dirigíamos al sur, por la antigua carretera Panamericana hacia Pucusana, avisté por primera vez unos perros pelados.
Como no los conocía, mi lógica me hizo pensar que estaban enfermos; luego fue en Cañete y Chincha, donde observé otros perros similares, sin pelo, pero más atractivos y esbeltos; además de distintos tamaños y más pelados aún, otros incluso absolutamente sin pelo.
Lo que sí, me hacía sentir mucha lástima era el trato que les daban algunas personas, sobre todo en los alrededores de los mercados, donde estos perros merodeaban buscando alimento, y de donde siempre los echaban.
Algunos incluso tenían heridas en la piel o estaban ensangrentados, quién sabe debido a alguna pelea o porque durante el verano, el sol era implacable con su delicada piel desnuda dejando las heridas al descubierto.
“Amor a primera historia”
Mi curiosidad por el perro sin pelo del Perú (PSPP) se consolidó cuando alguien, que no recuerdo quién, me comentó acerca de la antigüedad de estos ejemplares. Sí, se trata de animales prehispánicos.
Y cuando le pregunté a esta persona cómo podía comprobarlo, me aconsejó que fuera a cualquier museo nacional y me fijara en los restos ceramios.
Me dirigí, entonces, al Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia de Pueblo Libre.
Recuerdo que fue una tarde en la que no había ninguna visita salvo la mía.
De repente, advertí la presencia de un señor, le pregunté por los huacos donde se podía apreciar al PSPP, y me llevó a la parte interna del museo, donde comenzó a enseñarme una serie de ceramios de distintas culturas, en los que la representación del PSPP era evidente.
Desde aquel momento, mi interés solo se acrecentó tras haber comprobado la importancia histórica de esta raza milenaria.
El perro peruano sin pelo y sus poderse curativos
En estas líneas, quiero enaltecer la gran labor del Dr. Pedro Weiss y sus estudios acerca de la alopecia (falta de pelo) en el PSPP y su empleo en la farmacopea inca.
Particularmente, he podido comprobar el bienestar que produce un perro de esta raza en los casos de inflamaciones o dolores articulares.
Colocarse un PSPP, como si se tratara de una bolsa de agua caliente, en una articulación adolorida como, por ejemplo, la rodilla o el hombro, trasmite una sensación de calor constante, unos grados centígrados más que los humanos. Personalmente, no considero la temperatura del PSPP como un método curativo, pero sí un gran paliativo.
“Vale un Perú”
La hora del reconocimiento internacional
La lucha para la inscripción y reconocimiento del perro sin pelo del Perú comenzó en 1984, cuando me presenté ante la asamblea extraordinaria de la Federación Cinológica Internacional (F.C.I.), en Acapulco, México, y regresé a Lima sin conseguir mi propósito.
Al año siguiente, la FCI efectuó su asamblea general ordinaria en Ámsterdam, Holanda, y durante los días 11 y 12 de junio, volví a presentarme, esta vez, mejor preparado.
Luego de un buen debate, logré que la mayoría de los países votantes se inclinaran por el reconocimiento de esta raza bajo el nombre de Perro sin Pelo del Perú y el número 310.
Cómo les explico la emoción, la felicidad enorme que me embargó por haberle dado a mi Perú lo suyo y revalorar históricamente esta raza pura y singular.
Parece ayer, no obstante, han transcurrido 36 años desde aquel día, y si bien el perro no ha cambiado, el respeto hacia él sí; ya no se trata sencillamente de un perro que merodea por los mercadillos o las chacras.
Hoy, el perro sin pelo del Perú es una raza mundialmente reconocida, es parte del patrimonio nacional, tiene una legión de seguidores, participa de exposiciones, una mayoría de ejemplares está identificada con su estándar oficial.
A estas alturas, lo que más me gustaría es ver un monumento a nuestro perro, uno que “vale un Perú”.
Nota:
En el año 2013, la Municipalidad de Jesús María develó un monumento en honor a esta raza, en el parque de la Mascota, ubicado en el campo de Marte, del distrito.
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Patrimonio viviente
El 12 de junio de 1985, la FCI reconoce y registra al perro sin pelo del Perú en su nomenclatura de razas con el número 310.
Clasificación Grupo V, tipo Spitz, perros atléticos y ágiles ideales para carreras. Sección 6 perros tipo primitivos. Vale decir, razas puras. Sus características morfológicas no han cambiado en miles de años.
La fortaleza de esta raza es innegable. Son inimaginables las penurias, lo que ha tenido que soportar para sobrevivir desde hace unos 3 o 4 mil años, y aun así conservar su fuerza genética.
Para su cuidado, los criadores solo recomiendan grandes dosis de amor, respeto ancestral y genético, buena alimentación y un control veterinario periódico para mantener ejemplares saludables.
Tener un PSPP significa ser parte de la historia; se trata de un perro con características morfológicas únicas, de una raza antialérgica y antipulgas, de un excelente guardián, de tener una bolsita viviente de agua caliente.
En suma, un compañero leal e inteligente, orgullo nacional, registrada en el Kennel Club del Perú.
Breve semblanza
Ermanno Maniero nació en junio de 1935, en la región del Piemonte, en Italia. Debido a los avatares de la Segunda Guerra Mundial, se afincó en el Perú desde los 13 años, donde se casó con Maria Sanguinera de Maniero y fue padre amoroso de Claudia y Erik. Falleció en el mes de diciembre de 2018. · Diplomado en Caninotecnia, en 1980. · Cinólogo, en 1984. · Profesor en las universidades Alas Peruanas, Científica del Sur, Ricardo Palma y Nacional Mayor de San Marcos. · Expositor en las universidades Cayetano Heredia, Agraria, Sociedad Peruana de Genética, de Trujillo, de Pucallpa y la Universidad Autónoma de México, así como también en el Colegio Médico Veterinario del Perú. · Elaboró el estándar del perro sin pelo del Perú. · Logró su reconocimiento como raza peruana ante la Fédération Cinologique Internationale (F.C.I.) Thuin, Bélgica, en el año 1985, en Ámsterdam, Holanda. · Juez internacional all rounder KCP/FCI, desde 1980. · Presidente del Kennel Club Peruano · Director técnico de la Sociedad de Intercambio de la Canofilia Latinoamericana (SICALAM) 1999 – 2007. · Entre otros cargos destacados. |
Consuelo Rubin de Celis
Juez Internacional FCI
Gracias a las enseñanzas del señor Ermanno Maniero Trovati, autoridad máxima del Kennel Club peruano, miembro y director de la Federación Cinológica Internacional (FCI), juez internacional para todas las razas en belleza, presidente del Consejo de Jueces KCP. (2000 al 2018), los asociados tuvimos el privilegio de recibir sus enseñanzas y la formación necesaria para posteriormente convertirnos en jueces.
Como profesional y ser humano fue grande.
Luchó por el perro sin pelo del Perú logrando que la FCI lo reconociera como raza oriunda del país; y fue su defensor hasta el fin de sus días. Representó con honores al Perú como autoridad del KCP. Dedicó su vida a enseñar.
Fue catedrático universitario del curso de Cinología y premiado por su gran labor.
El legado que deja ante el Consejo de Jueces del Kennel Club peruano es de una gran responsabilidad. Personalmente, me siento honrada de fuera mi maestro y amigo.
Percy Salas Romainville
Juez Nacional KCP
Cuando me inicié en el mundo canino busqué al mejor, y todos me dijeron que ese era “Ermanno Maniero”. Cuando llegué a él, me abrió las puertas de su casa. Fue mi mentor, amigo, consejero y guía en esta pasión. En tres palabras: un segundo padre.
Hoy, llevo casi 30 años en el mundo de los perros, he viajado mucho y conocido muchisimos criadores y jueces, pero nadie compartió tantos conocimientos científicos acerca de los perros como Maniero.
Un científico multifacético porque lo que hizo, lo hizo mejor que nadie. Era aficionado a las matemáticas, la mecánica, inventor de piezas, la pirotecnia y el ajedrez; así como también de los ovnis.
Un obsesionado de la física y en batir sus propios récords, y lógicamente un apasionado de los perros.
Maniero fue uno de los tres miembros de honor de la FCI, con reconocimientos en la NASA, gestor e impulsor de la raza peruana “Perro sin Pelo del Perú”, inscrita en el mundo por la FCI gracias a él.
Un sabio de gran corazón, obsesionado por el Perú.
Agradezco a Planeta Mascota darnos la oportunidad de rendirle un merecido homenaje.