Una nueva investigación ha revelado que, en los Estados Unidos, los dueños de perros que desconfían de la seguridad y eficacia de las vacunas para niños y adultos también tienden a tener opiniones negativas sobre la vacunación de sus amigos de cuatro patas.
La confianza del público en las vacunas para adultos y niños ha disminuido durante la pandemia, principalmente debido a percepciones erróneas y desconfianza en la seguridad y eficacia de la vacuna contra el Covid-19.
Ahora, una nueva investigación realizada por un investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston (BUSPH) sugiere que esta desconfianza hacia las vacunas contra el Covid se extiende también a las vacunas para mascotas, y a niveles preocupantes.
Publicado en la revista Vaccine, el estudio analizó una muestra representativa a nivel nacional de adultos en los Estados Unidos y descubrió que más de la mitad de las personas que son dueñas de perros expresan cierto grado de escepticismo en relación con las vacunas para perros, es decir, dudan de la vacunación de sus animales contra la rabia y otras enfermedades.
Se estima que el 45 por ciento de las familias en los Estados Unidos posee un perro; según los resultados de la encuesta, casi el 40 por ciento de los dueños de perros considera que las vacunas para perros son inseguras, más del 20 por ciento piensa que estas vacunas son ineficaces y el 30 por ciento las considera innecesarias desde el punto de vista médico.
Alrededor del 37 por ciento de los dueños de perros también cree que la vacunación de los perros puede causar el desarrollo de autismo en sus animales, aunque no existen datos científicos que respalden este riesgo. Este estudio es el primero en cuantificar formalmente la propagación, las causas y las implicaciones para las políticas de salud de las preocupaciones relacionadas con la vacunación de los perros. La encuesta se llevó a cabo entre el 30 de marzo y el 10 de abril de 2023 con 2.200 dueños de perros que respondieron a las preguntas a través de la empresa de investigación YouGov.
De manera significativa, los resultados muestran un “efecto de derrame” de las vacunas contra el Covid en los Estados Unidos: las personas que tienen actitudes negativas hacia las vacunas para humanos son más propensas a tener opiniones negativas sobre la vacunación de sus mascotas.
Estos dueños de perros también son más propensos a oponerse a las políticas que promueven la vacunación antirrábica generalizada y menos propensos a esforzarse por vacunar a sus animales. Estas opiniones entran en conflicto con la mayoría de las políticas estatales en los Estados Unidos, donde casi todos los estados requieren que las mascotas caninas sean vacunadas contra la rabia.
La enfermedad todavía representa una amenaza potencial para la salud, ya que tiene una tasa de mortalidad cercana al 100 por ciento, y la vacuna antirrábica para perros es mucho menos accesible en países en desarrollo en comparación con los Estados Unidos y otros países de altos ingresos.
Cada año, más de 59.000 personas mueren debido a la rabia transmitida por perros en todo el mundo. Por lo tanto, si persisten o aumentan los temores en torno a las vacunas para mascotas, esta desconfianza podría tener graves implicaciones para la salud pública tanto de los animales como de los seres humanos, según afirman los investigadores.