En los vastos campos de arroz de Tailandia, un mundo colorido y peculiar ha cobrado vida gracias a la creatividad de un agricultor. Tanyapong Jaikham, dueño de tierras en la provincia de Chiang Rai, ha convertido sus campos en una galería de arte natural, donde los gatos y el arcoíris se entrelazan entre los brotes verdes.
Imagínate un gato durmiendo abrazando un pez, rodeado de los tonos más vivos del arcoíris. Esta imagen, una expresión de un proverbio tailandés sobre la abundancia, no es una pintura en un lienzo, sino una obra de “land art” en los campos de arroz.
La idea de Jaikham es atraer a los amantes de la naturaleza y los gatos a sus tierras, convirtiendo los campos en un destino turístico único. Con la ayuda de un equipo de trabajadores-artistas, ha creado estas impresionantes obras de arte en sus tierras en Chiang Rai, una provincia conocida por su belleza natural.
Las obras no son estáticas; evolucionan con el crecimiento de las plantas. Los dibujos, trazados meticulosamente, cambiarán gradualmente de color a medida que las plantas crezcan, hasta que finalmente se desvanezcan, dando paso al ciclo natural de la vida de las plantas.
Para que los visitantes puedan disfrutar plenamente de estas creaciones, se han instalado plataformas de observación cerca de los dibujos. Desde estas torres, los visitantes pueden obtener una perspectiva única y fascinante, casi como si estuvieran mirando desde un dron, admirando la obra de arte en su totalidad.
Tailandia es el segundo mayor exportador de arroz en el mundo, solo detrás de la India. Este año se estima que exportarán unos 8,5 millones de toneladas. Jaikham, además de su obra en los campos, ha creado un sitio web para compartir esta fusión única de arte, agricultura y tecnología.
Los campos de arroz ahora son mucho más que solo lugares donde crece este preciado grano. Han cobrado vida con gatos de colores y arcoíris, atrayendo a visitantes de todo el mundo que desean ser testigos de esta fusión mágica entre arte y naturaleza.