Cuando el perro frota el trasero en el suelo, es otro de su particularidad que lo distingue da otros animales.
¿Cuántas veces hemos visto que un perro frota el trasero en el suelo con fuerza y con mucho placer a veces? Dale a tu perro una alfombra e inevitablemente se frotará el trasero con ella. La picazón en la espalda no es un problema si es ocasional. Pero si tu amigo de cuatro patas nunca pierde la oportunidad de rascarse, debes acudir a tu veterinario para que lo revise.
Comprender cuándo no es normal
Si ves a tu perro haciendo esto, significa que tiene comezón o dolor en esa parte del cuerpo que no puede alcanzar con las patas. Como decíamos, este comportamiento puede ser perfectamente normal (después de todo, ¿quién no lo ha hecho antes?). Pero también puede esconder graves problemas de salud, enfermedades del saco anal, parásitos o alergias. Por eso siempre es bueno tener a tu perro bajo control, notar cambios de comportamiento y revisar las heces para descartar la presencia de sangre, pus o parásitos. Pero veamos caso por caso cuáles pueden ser las causas.
Irritación
Muchos perros se frotan para eliminar las heces u objetos extraños que cuelgan de sus nalgas. Eso es porque, al carecer del lujo del papel higiénico, el piso es su mejor opción. La picazón también puede deberse a un “accidente de acicalamiento”, como una quemadura con una maquinilla o una alergia al champú. Cuando vea que su perro se rasca, verifique que no haya objetos colgando, cortes o abrasiones.
Si nota heces secas adheridas al pelaje, puede retirarlas suavemente con una toalla húmeda y tibia.
Enfermedad del saco anal
Dos sacos del tamaño de uvas se encuentran justo al lado del ano (la glándulas anal) y secretan un líquido con olor a pescado. Este líquido es la tarjeta de presentación de todos los perros y permite que otros sepan quién está en el vecindario. A veces, sin embargo, estos sacos pueden dejar de funcionar, debido a infecciones u obstrucciones, y pueden hincharse causando un dolor que el perro intentará aliviar empujando su trasero contra el suelo en un intento de apretar los sacos.
En caso de que tu perro tenga este problema, llévalo al veterinario quien te explicará cómo intervenir.
Problemas
Una sensibilidad o alergia a los alimentos puede causar problemas intestinales y picazón en los glúteos. Si tu perro come algo que le produce malestar estomacal, es posible que su tracto gastrointestinal se apresure a mover la comida, dejando las heces acuosas o semi digeridas, que no tienen suficiente presión para vaciar los sacos anales.
Una de las formas más sencillas de solucionar este problema es mantener la dieta bajo control, contactando con su veterinario para que le aconseje sobre la correcta alimentación y las dosis adecuadas de fibra a incluir en su alimentación diaria.
Parasitosis
Si ve semillas blancas en las heces o adheridas al pelaje alrededor del ano, significa que su perro tiene tenia. Como puedes imaginar, esta parasitosis no es nada agradable y la picazón es solo uno de los síntomas más notorios además de la pérdida de peso y los vómitos. Los tratamientos regulares contra pulgas pueden ayudar a evitar que las pulgas portadoras de huevos de tenia vuelvan a acosar a su perro.
Casos raros de cáncer
La picazón en la parte trasera también puede ser causada por un tumor, pero afortunadamente son casos muy raro. El cáncer del saco anal puede crecer rápidamente, por lo que es importante recibir tratamiento lo antes posible. Su veterinario examinará los sacos hinchados y tomará una biopsia para asegurarse del diagnóstico.
Antes del picor, tu perro puede presentar otros síntomas que pueden pasar desapercibidos, como aumento de la sed, aumento de la producción de orina y cansancio inusual. Si detecta el cáncer temprano, su veterinario puede extirparlo quirúrgicamente. Si ya se ha propagado a otras partes del cuerpo, es posible que su perro necesite radiación o quimioterapia.
En cualquier caso, tu perro puede necesitar atención médica inmediata sí parece muy cansado, llora y gime sin razón aparente.