Se nuestro perro es agresivo

Muchas veces pasan noticias que ve como protagonista a perros de ataques más o menos graves a personas y otros animales. Eso sí, probablemente los episodios más llamativos sean precisamente aquellos en los que se ven involucradas personas, más aún si son niños.

Muy a menudo, la atención se centra en el tamaño y el supuesto peligro de la raza a la que pertenece el perro atacante de vez en cuando.

¿Quién no ha escuchado al menos una vez que un ejemplar de Pit Bull, Rottweiler o American Staffordshire Terrier sea llamado “perro asesino”, quizás involucrado en peleas u otros episodios de agresión?

Según disposiciones de ley “El dueño de un perro es siempre responsable del bienestar, control y manejo del animal y es responsable, tanto civil como penalmente, de los daños o lesiones a personas, animales o cosas causados por el”. Es evidente, por tanto, que en caso de episodios de agresión o similares, la responsabilidad debe atribuirse al dueño y no al perro, el dueño que muy probablemente cometió errores o deficiencias más o menos graves en el manejo y adiestramiento como entrenamiento de los animales.

Socialización
No hay que olvidar nunca que no todas las razas de perros son iguales. Siglos de selección han dado lugar al nacimiento de muy diferentes tipos de perros, tanto por su apariencia física como por sus actitudes. Todos nuestros amigos son capaces de expresar mejor sus habilidades de carácter y crecer felices y equilibrados si como cachorros, durante el llamado período de “socialización”. Tienen la oportunidad de experimentar un contacto positivo con personas incluso extrañas a su familia de origen, como con animales de la misma especie o de especies diferentes y con objetos inanimados potencialmente “perturbadores” como coches, patinetes u otros.

En otras palabras, para “crear” un perro confiable y equilibrado es muy importante que haya una buena socialización del individuo en la base.

Para evitar daños o lesiones a personas, animales o cosas.

  • Utilizar la correa hasta un tamaño no superior a 1,50 m cuando se conduce el animal por zonas urbanas y en lugares abiertos al público, con excepción de las áreas para perros.
  • Traer un bozal, rígido o blando, que se aplicará al perro en caso de riesgo para la seguridad de personas o animales o a solicitud de las autoridades competentes.
  • Confíe su perro a personas que puedan manejarlo correctamente
  • Elegir un perro es muy importante también adquirir información sobre sus características físicas y etológicas.
  • Velar por que el perro se comporte de forma adecuada a las necesidades específicas de convivencia con personas y animales en relación al contexto en el que vive.

Contactos positivos
La socialización se da de acuerdo a dinámicas y tiempos muy específicos, si somos novatos puede ser muy importante contar con la ayuda de personal calificado. Será igualmente importante seguir proponiendo contactos positivos periódicamente a nuestro perro, incluso después de que haya pasado el período de socialización. ¡Será una manera constructiva y agradable de “refrescar la memoria” de nuestro querido sobre el hecho de que el mundo que lo rodea puede ser una verdadera mina de experiencias positivas y no una amenaza!

Un camino de crecimiento
Poner de inmediato las bases para una convivencia serena es un paso más para tener un perro sereno, obediente y equilibrado con nosotros. Es fundamental proponer a nuestro amigo unas reglas que sean claras, sencillas y constantes en el tiempo. Es un camino de crecimiento y colaboración mutua, que involucra al perro y al dueño, y que nunca termina. También en este caso, si no nos sentimos suficientemente preparados, podemos acudir a personas expertas que seguro que sabrán orientarnos de la mejor manera.

Equilibrado y obediente
Establecer una relación de confianza mutua con nuestra mascota nos permitirá tener con nosotros un perro manejable, equilibrado y obediente. Y un perro obediente es, sin duda, un compañero que es poco probable que nos dé sorpresas desagradables, tal vez demostrando ser agresivo o participando en comportamientos inusuales o inesperados.

Y recuerden siempre, que se no estamos a la altura de poder educar de forma correcta a nuestras mascotas, pedimos ayudas a experto. Entrenadores y adiestradores sabrán mejor que nosotros darnos las líneas fundamentales para educar bien a nuestros perros.

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