En la dieta de todos los días las sales minerales para perro son muy importantes, pero ¿cuáles? ¿Y en qué alimentos se encuentran?
Las necesidades de un perro cambian a lo largo de su vida. Períodos cruciales como el crecimiento, el embarazo y la lactancia, la vejez o la actividad motora intensa o en caso de trastornos, pueden modificar la necesidad de sales minerales para perro.
Elegir un alimento de buena calidad y adaptado a las necesidades específicas de nuestro perro es una de las principales tareas de un buen dueño.
¿El perro también puede estar “exhausto”?
Las sales minerales son micronutrientes y constituyen una parte muy pequeña de los nutrientes que ingiere el perro, por lo que puede ser difícil identificar los síntomas de alguna deficiencia y sobre todo identificar qué elemento específico está involucrado.
En general, las deficiencias de sales minerales pueden manifestarse con los siguientes síntomas:
- Debilidad y poca resistencia durante la actividad física.
- Coprofagia (es decir, ingestión de heces propias o de otros perros).
- Piel seca, caspa excesiva.
- Cambios en el musculo esqueléticos y desaceleración del crecimiento.
- Lamido frecuente de superficies como paredes, metales o suelos.
- Ingestión de materiales como arena, tierra u objetos extraños.
Las deficiencias nutricionales son poco frecuentes y pueden evitarse en la mayoría de los casos mediante la administración de un alimento comercial de calidad adecuada para las necesidades del perro. La adopción del producto específico para la fase de vida de tu perro es fundamental y el consejo del veterinario será de gran utilidad para guiarte en la elección.
¿Cómo puedo evitar la falta de sales minerales?
En algunas fases de la vida, el perro puede necesitar “fisiológicamente” un mayor aporte de sales minerales, debido a una mayor demanda / pérdida por parte del organismo.
Este es el caso de los cachorros, las hembras en período reproductivo, los animales deportivos, o para perros mayores.
Además de una nutrición adecuada, el cachorro necesita apoyo para crecer lo más sano posible, considerando que el crecimiento se detiene a los 6-12-18 meses en relación con el tamaño y la raza.
En esta fase nunca debe faltar el correcto aporte de calcio y fósforo, que son fundamentales para la correcta formación y desarrollo del esqueleto de los animales jóvenes.
El calcio y el fósforo están presentes en la proporción adecuada de acuerdo al tamaño en diferentes alimentos, solo se necesita saber escoger inteligentemente y con el ayuda de expertos.
El mercado ofrece una serie de suplementos especialmente formulados para respaldar aún más el crecimiento.
En periodos tan delicados de la vida, añadir suplementos minerales a una dieta completa y específica puede resultar perjudicial. Por tanto, es fundamental llevar periódicamente a los cachorros y o la perra embarazada al veterinario para comprobar su estado de nutrición y, finalmente, decidir qué hacer.
En la edad adulta, son los períodos de intensa actividad motora los que requieren más atención.
Los perros activos o los perros que realizan actividad deportiva necesitan una alimentación adecuada que satisfaga las acentuadas necesidades de sales minerales y vitaminas, además de beber, evidentemente, mucho más de lo normal.
Ciertamente no podemos descartar que en la edad madura los perros mayores de 7 o 9 años necesiten niveles específicos de micronutrientes.
Dada la gran variedad de situaciones, definitivamente es útil contactar con su veterinario, quien le recomendará el alimento más adecuado para su perro.