Raza de perro, el Bulldog Francés

Un pequeño fortachón con orejas grandes.

Cara chata y orejas de murciélago son sus signos físicos más distintivos.

Sobre el origen del Bulldog Francés, existen diferentes teorías. Por un lado, los franceses afirman que esta raza es autóctona de su país, obtenida a través de algunos cruces entre perros locales. Por otro lado, los ingleses consideran que es descendiente del bulldog inglés, siendo esta última la teoría más aceptada dadas las similitudes entre ambos perros, inglés y francés. Se podría decir, por tanto, que procede del cruce entre los Toy Bulldogs de Gran Bretaña y los dogos franceses.

Durante el siglo XIX fue el perro favorito en los barrios populares parisinos. Comenzó como mascota de carniceros, mozos y cocheros que lo utilizaban para peleas de perros, motivo por el que comenzaron a cruzarlo con otras razas en busca de una mayor agilidad y fuerza. Más tarde conquistó la alta sociedad gracias a su carácter y a su gracioso aspecto, llegando a todos los rincones del planeta.

El bulldog francés, también conocido popularmente como frenchies, es muy dulce y afectuoso, sobre todo con los niños. Con ellos son muy pacientes y tolerantes además de protectores, en particular las hembras. Es muy sociable, por lo que resulta compatible con otras mascotas. Alegre y juguetón, le encanta estar con la familia. Además, es muy inteligente y obediente, fácil de educar.

El temperamento del bulldog francés corresponde perfectamente al de los perros de compañía. Estos perros son amigables, juguetones, muy sociables y dulces. Se puede decir que son los perros falderos perfectos. Estos bulldogs tienden a socializar fácilmente ya sea con gente, perros u otros animales. Suelen llevarse muy bien con niños, pero pueden ser muy demandantes de compañía y mimos para niños muy chicos. A pesar de eso, es importante socializar a estos perros desde temprana edad para evitar que se vuelvan tímidos cuando son adultos.

Esta raza no tiende a ser muy problemática, pero por su gran necesidad de compañía puede desarrollar ansiedad por separación con cierta facilidad. Eso significa que el bulldog francés puede convertirse en un perro destructor si se queda solo por períodos prolongados. Éste no es un perro para dejar aislado en un cuarto, el patio o el jardín.

Por otra parte, estos perros pueden ser excelentes mascotas para la mayoría de las personas. Por su carácter amigable y sociable, llegan a ser excelentes mascotas para familias con niños grandes y personas solas. Sin embargo, hay que considerar que demandan mucha compañía y son muy juguetones, así que no son adecuados para gente que pasa la mayor parte del tiempo afuera. También son buenos perros para propietarios primerizos, siempre que estén conscientes del tiempo que le deben dedicar a sus mascotas.

No es un buen nadador, por lo que importante supervisarlo constantemente cuando se va de vacación en verano. El bulldog francés suele tener problemas para nadar, ya que su cabeza es muy pesada en proporción al resto de su cuerpo, y puede ahogarse con facilidad.

Estos perros se adaptan con mucha facilidad a la vida en departamentos y en grandes ciudades, por lo que pueden ser excelentes mascotas para la mayoría de las personas cosmopolitas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que sus necesidades de compañía son muy altas y no pueden quedarse solos por mucho tiempo ni vivir aislados en un cuarto, un jardín o un patio. Estos perros necesitan compartir con sus familias la mayor parte del tiempo. El bulldog francés puede tener problemas respiratorios y tendencia a roncar debido a su corta nariz. También el pertenece a las razas braquicéfalas, que son aquellas razas de perros, que presentan el cráneo especialmente ancho y en particular la cara y la nariz achatadas.  Por este motivo que sufren con la respiración.

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