Nuestros queridos compañeros peludos, los perros, a menudo muestran miedo y resistencia cuando se enfrentan a las escaleras mecánicas. Esto se debe a varios motivos, y en este artículo, vamos a explorar las razones detrás de esta precaución, que a nuestro parecer se deberían tomar muy en serio.
Para un perro, incluso que sea bien educado y entrenado a diferentes situaciones, lo de enfrentarse en subir a unas escaleras mecánicas o escalera móvil, no siempre es una acción tan simple y segura para él.
No solo es comprensible, sino que también es importante que no les permitamos subir en ellas.
Las escaleras mecánicas, a primera vista, pueden parecer una opción conveniente para nosotros, los seres humanos, cuando nos movemos por lugares muy transitados, como estaciones, aeropuertos, centros comerciales y otros lugares bulliciosos. Sin embargo, para nuestros perros que en algunas de estas oportunidades nos pueden acompañar adonde lógicamente esto esté permitido, estas máquinas ruidosas y en constante movimiento pueden ser motivo de muchas preocupaciones.
Una de las razones por las que los perros suelen evitar las escaleras mecánicas es debido a la superficie de los escalones. Estos suelen tener una textura áspera y a menudo contienen hendiduras que podrían causar daños en las uñas y las almohadillas de las patas de nuestros amigos peludos. Además, el pelaje de tu perro corre el riesgo de quedar atrapado entre los espacios que se crean mientras los escalones se mueven.
Además de la preocupación por la superficie de los escalones, los ruidos y el entorno caótico que a menudo rodean a las escaleras mecánicas pueden asustar a tu perro.
Las máquinas suelen estar ubicadas en lugares ruidosos y congestionados, lo que podría hacer que tu mascota se sienta incómoda y experimente ansiedad al enfrentar una superficie cortante en constante movimiento.
Imagínate, desde la perspectiva de tu peludo amigo, encontrarte frente a una escalera ruidosa que se mueve, tiene una superficie áspera e irregular, y está rodeada de personas apresuradas, hablando todos juntos, con música y parlantes de fondo, muchos ruidos y muchos olores alrededor y que debe asimilar muy rápido. No es de extrañar que muchos perros sientan miedo en esta situación.
Entonces, ¿Cómo se manifiesta este miedo a las escaleras mecánicas en los perros?
Puedes notar que tu perro se queda paralizado, intenta oler o tocar con sus patas el primer escalón, o incluso llora si la escalera ya está en movimiento y no estás prestando atención a su bienestar emocional. Algunos perros más acostumbrados a situaciones desconocidas pueden buscar alternativas, como buscar una rampa cercana que les permita subir sin la ansiedad de las escaleras mecánicas.
En casos más graves, algunos perros pueden comenzar a temblar y quedarse inmóviles en lo que se conoce como la reacción de “congelamiento”, una respuesta aterrada a una situación que perciben como peligrosa. Es importante destacar que, en estas situaciones, el malestar puede persistir incluso antes de que el perro vea la escalera.
Es por estas razones que es crucial evitar que tu perro suba en las escaleras mecánicas.
En cambio, la solución más segura es encontrar un camino alternativo, más tradicional y conocido para tu perro, que suele ser una rampa que corre paralela a la escalera mecánica en movimiento.
Nuestro consejo cuando viajas con tu perro o simplemente te encuentras en un lugar con escaleras mecánicas, recuerda que estas máquinas pueden ser aterradoras para tu compañero peludo debido a la superficie áspera, el ruido y el entorno agitado.
Protege a tu mascota evitando que suba en las escaleras mecánicas y busca soluciones más seguras, como rampas, para garantizar su seguridad y comodidad en todo momento.
Después de todo, nuestros perros confían en nosotros para mantenerlos a salvo y felices, ¡así que cuidémoslos como se merecen!