¿Por qué los perros sufren de flatulencias? ¿También el tuyo suelta gases a cada minuto?

Ya sea silenciosas y pestilentes o ruidosas y orgullosas, no hay escapatoria: los gases de los perros son omnipresentes. Nuestros adorables amigos de cuatro patas tienen la necesidad de liberar flatulencias, al igual que nosotros, los humanos. ¿Pero cuándo se vuelven realmente excesivas?

En el maloliente mundo de las flatulencias caninas, no es como muchos podemos conocer como un tema divertido. Al revés, puede esconder diferentes temas y problemas que no debemos pasar de alto. Y sobre este particular tema, existen diferentes causas que merecen ser conocidas. Nada de tan serio, pero si algo huele raro.

Cuestión de olfato y dieta

Todos los perros emiten flatulencias, pero algunas razas son notablemente más propensas. En particular, los boxers, los bulldogs y los carlinos o pugs son los más afectados, y esto se debe… a su nariz. Los perros braquicéfalos, con hocicos cortos o planos, tragan más aire mientras comen o beben, lo que inevitablemente lleva a acumular más gas en sus estómagos.

Excluyendo esta predisposición física, también influye mucho su dieta. Si tu perro está acostumbrado a comer tus sobras, ten en cuenta que será más propenso a tener flatulencias. Esto se debe a que puede estar consumiendo alimentos más difíciles de digerir, lo que resulta en una mayor producción de gases.

Intolerancias alimentarias

Lo mismo puede suceder si tu perro es intolerante a algo, como la lactosa. El consumo de productos lácteos puede provocar indigestión, diarrea y sí, flatulencias. La intolerancia a la lactosa significa tener dificultades para digerirlo, pero no es una verdadera alergia. En ese caso, los síntomas no estarían limitados al sistema digestivo, sino que también podrían manifestarse como erupciones cutáneas, dermatitis o pérdida de pelo.

Otros perros pueden sufrir de flatulencias crónicas simplemente porque tienen una ligera intolerancia a uno o más alimentos normalmente presentes en su dieta. Esto podría deberse a la dificultad para digerir una proteína específica, pero es más probable que la causa sean ingredientes ricos en carbohidratos, como maíz, trigo o soja.

Esto se debe a que los almidones resistentes que no se absorben en el intestino delgado terminan en el intestino grueso, dando lugar a una fermentación bacteriana. Y esto, a su vez, provoca flatulencias. Además, el olor también depende de la composición de los alimentos fermentados.

Baja calidad de la comida

Es fundamental conocer los alimentos prohibidos para tu perro. Algunos aditivos presentes en la comida para perros comerciales también se consideran responsables de sus problemas. Esto incluye espesantes como la carragenina, identificable en la etiqueta como E407, que a largo plazo puede causar problemas de inflamación intestinal tanto en perros como en gatos. Se sabe también que todas las comidas de baja calidad, elaboradas con ingredientes difíciles de digerir, pueden causar más flatulencias de lo debido y también un olor más penetrante.

Si no mastica lo suficiente

Otra razón para tener tanto aire en el estómago podría ser la voracidad de tu perro al comer. Si parece que tu cachorro está usando una aspiradora en su tazón en lugar de comer, ten en cuenta que esta costumbre podría traducirse en una mayor ingestión de aire. Este fenómeno se llama aerofagia: el aire entra al estómago mientras come o bebe, y es una de las principales causas de flatulencias.

También hay una patología desencadenada por no masticar la comida: la dilatación-torsión gástrica, una condición potencialmente peligrosa en la que el estómago se expande rápidamente debido a la presencia de gas, comida o líquidos y luego se retuerce, atrapando el contenido.

Masticar ayuda a reducir los problemas digestivos.

La boca y los dientes de tu perro desempeñan un papel esencial en la descomposición de los alimentos para que el resto del sistema pueda hacer su trabajo. Y cuando los alimentos se tragan sin masticar, el estómago se hincha más, lo que a su vez lleva más tiempo para procesarlo. Es por eso que la digestión no será tan eficiente como debería.

Si además tu perro estuvo en ayunas durante más horas de lo habitual, y al comer rápidamente ingiere mucho aire, podría enfrentarse al grave problema de la dilatación gástrica.

Si huelen muy mal

A medida que envejecen, los perros tienden a producir flatulencias más malolientes, lo que podría deberse a una menor eficiencia de su metabolismo.

Pero algunas enfermedades también pueden causar malos olores. Es por esto que un perro que produce mucha flatulencia debe ser visitado por el veterinario, quien realizará controles de rutina para descartar infecciones, colitis, parásitos u otras patologías más o menos graves. Sin embargo, ten cuidado de no confundir el olor con el que proviene de las glándulas anales.

Todos los perros tienen pequeñas glándulas a ambos lados del ano que producen un líquido con un olor característico que ayuda a los perros a reconocerse entre sí. Por diversas razones, las glándulas anales pueden bloquearse, hincharse o infectarse, volviéndose increíblemente dolorosas y emitiendo un olor característico a pescado, con el que podrías estar familiarizado. También en este caso, es aconsejable acudir lo antes posible al veterinario.

Así que, si tu compañero de cuatro patas libera una melodía olfativa, simplemente sonríe y recuerda que es solo otra obra maestra canina. ¡Que tus días estén libres de olores indeseados y que tu perro continúe siendo la estrella de su propia casa!

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