Puede parecer un comportamiento extraño y sin importancia, descubrir que los perros hacen sus necesidades siempre en una direccion. Pero la ciencia ha descubierto que hay más en esta curiosa rutina de lo que parece.
Pensar que los perros eligen una dirección específica para hacer sus necesidades, parece muy extraño, pero parece cierto.
Investigaciones recientes han revelado que la mayoría de los perros se alinean con el campo magnético terrestre al hacer sus necesidades, apuntando su hocico hacia el norte y su cola hacia el sur.
Este fascinante hallazgo no solo nos brinda una nueva perspectiva sobre los hábitos de nuestros amigos de cuatro patas, sino que también nos invita a reflexionar sobre cómo los animales utilizan mecanismos naturales para orientarse en su entorno.
Sin duda lo podemos considerar un tema insólito, curioso o incluso trivial, pero entender el comportamiento de los animales es crucial para ampliar nuestro conocimiento y mejorar nuestra comprensión de la naturaleza, incluso cuando se trata de algo tan mundano como sus excrementos.
La mayoría de los perros se orientan hacia el norte cuando hacen caca. No lo hacen al azar: parece que el 95% de ellos, cuando es posible, apunta el hocico hacia el norte y la cola hacia el sur. Si no lo crees, toma una brújula y verifica con tu perro.
Un descubrimiento científico
Aunque pueda parecer insólito, este comportamiento ha sido confirmado por una investigación científica de las universidades de Duisburg-Essen y la Universidad Checa de Ciencias de la Vida, publicada en “Frontiers in Zoology“.
Este estudio certifica que nuestros amigos de cuatro patas poseen una especie de brújula interna y se orientan según los campos magnéticos terrestres. Los resultados son claros: durante dos años, se examinaron 70 perros de 37 razas diferentes y se descubrió que el 95% de ellos utiliza el magnetismo para decidir en qué posición hacer caca, evitando orientarse hacia el este y el oeste.
Fluctuaciones e impedimentos
La orientación de los perros en el eje norte-sur es muy precisa cuando hacen caca, pero solo si el campo magnético es estable. Los investigadores notaron excepciones que confirman la regla.
Cuando el campo magnético fluctúa, los perros actúan de manera más aleatoria. El 6 de enero, el campo magnético era muy estable y los perros se orientaron de manera muy precisa al defecar. En cambio, el 2 de enero, el campo magnético estaba muy agitado y los perros se comportaron de manera más aleatoria.
Lo mismo ocurre cuando encuentran un impedimento: si hay un muro orientado de manera diferente, los perros intentarán mantener el hocico orientado lo más posible hacia el norte.
El misterio etológico
¿Por qué se comportan así? El instinto animal se basa en siglos de evolución, y contar con una brújula interna para orientarse es muy útil. Sin embargo, aún no está claro cómo los polos influyen en su posición para hacer caca. Nosotros podríamos necesitar un navegador para ir del punto A al punto B, mientras que los animales lo saben instintivamente. Cuando comprendamos mejor la vida de los animales y cómo el campo magnético les afecta, podremos pensar en cómo utilizar este conocimiento.
¿Y por qué giran en círculos?
¿También tu perro da vueltas antes de hacer caca? Para complicar la comprensión de esta “elección magnética”, los perros también tienden a girar en círculos antes de hacer sus necesidades. Esta acción tiene una motivación más profunda de lo que podríamos imaginar, escrita en el ADN de nuestros cuadrúpedos.
Siempre hemos pensado que girar les permite captar olores, detectar la presencia de otros animales y verificar la seguridad del lugar donde se van a agachar. ¿Y si lo hicieran para alinear su brújula interna y encontrar el norte? “Es la primera vez que se demuestra la sensibilidad magnética en los perros”, informa el profesor Hynek Burda. “Esta es una reacción comportamental biológicamente significativa. Nuestros resultados abren nuevos horizontes en la investigación sobre la magneto recepción”.
No cabe duda de que nuestros amigos de cuatro patas nos impresionan cada día más. Sus comportamientos e instintos son increíbles.
Tomando en cuenta una afirmación de la última parte de este artículo, “cuando los humanos comprendamos mejor el comportamiento animal, podremos utilizar estos conocimientos para mejorar nuestro propio comportamiento”.