Los bulldogs y carlinos (o pugs) son razas de perros altamente apreciadas por su apariencia encantadora y su naturaleza afectuosa. Sin embargo, los dueños de estos perros a menudo notan que sus mascotas parecen tener un apetito insaciable por el sueño. La respuesta puede encontrarse en su particular estructura física, específicamente en su nariz.
Si tu bulldog o carlino pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, la razón podría estar en su nariz. Ya hemos hablado del “paradoja braquicéfala”, que nos lleva a amar y fomentar la crianza de perros como los bulldogs franceses e bulldogs ingleses, así como los carlinos y boston terriers, a pesar de los problemas de salud que enfrentan, los cuales pueden reducir su esperanza de vida y aumentar sus fragilidades.
Estos perros son altamente deseados, en parte porque los percibimos de manera inconsciente como tiernos e indefensos, similares a los bebés.
Unos descubrimientos recientes revelan cómo la braquicefalia, la característica de tener un cráneo ancho y corto, influye significativamente en los patrones de sueño de estas razas, llevándolos a una mayor somnolencia diurna y a un ciclo de descanso problemático.
Ahora, una nueva investigación realizada por el Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, arroja luz sobre los correlatos fisiológicos del sueño en perros braquicéfalos. Proporcionando una comprensión más profunda de los desafíos que enfrentan estos perros y la importancia de un enfoque consciente en su crianza y cuidado.
La forma del cráneo de estas razas, es uno de los cambios físicos más notables inducidos en los perros domésticos a través de la crianza selectiva, y se mide utilizando el índice cefálico.
Un alto índice cefálico, caracterizado por un cráneo ancho y corto, es indicativo de braquicefalia. Esta conformación puede ser potencialmente dañina para la neuroanatomía y también tiene implicaciones en el comportamiento de los perros.
Es conocido que los perros braquicéfalos pasan más tiempo durmiendo en comparación con otras especies. El equipo de investigación del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest liderado por el Dr. Ivaylo Iotchev descubrió que la apnea del sueño, común en estas razas, es la causa principal del aumento de la somnolencia diurna.
Los investigadores monitorizaron el sueño de varios ejemplares braquicéfalos utilizando una metodología no invasiva de EEG (Electroencefalograma) del sueño.
Descubrieron que, al igual que otros perros de tamaño pequeño, los bulldogs y carlinos pasan más tiempo en la fase REM del sueño, que es la fase más profunda y agitada, donde ocurren los sueños.
Las otras fases del sueño son interrumpidas por problemas respiratorios y de termorregulación, lo que compromete el descanso. Estos problemas se ven agravados por condiciones neuropsicológicas secundarias a los efectos de la braquicefalia y la posición en la que duermen.
En resumen, la conformación de su cráneo les lleva a tener dificultades para respirar y no satisfacer sus necesidades de descanso durante la noche, resultando en más sueño diurno y menos energía para moverse. Este es un ciclo vicioso, alimentado también por los problemas respiratorios y metabólicos que se manifiestan durante el día.
Esta nueva comprensión destaca la importancia de considerar la salud y el bienestar de los perros braquicéfalos al seleccionar una mascota.
Fomentar una crianza responsable y ser conscientes de las necesidades especiales de estos animales puede mejorar significativamente su calidad de vida y bienestar general.