Perros mestizos, amor de pura cepa

Mal llamados perros callejeros, los perros mestizos no tienen pedigrí. Son todos aquellos que nacen fruto del mestizaje, es decir sin raza definida que por su carisma y belleza singular se roban el corazón de los amantes de los animales.

Al igual que sus primos de pura raza, para mantenerse saludable un perro mestizo necesita una dieta equilibrada, según sus necesidades que naturalmente variarán, de acuerdo a las etapas de la vida y sus actividades.

A muchas personas les gusta preparar personalmente la comida para su mascota, lo hacen eligiendo meticulosamente los ingredientes y cocinándolos con sus propias manos.

Esta elección es más que legítima, lo único que hay que tener en cuenta es que la papilla esté perfectamente equilibrada, contenga los nutrientes necesarios y en las proporciones adecuadas para no caer en carencias o excesos peligrosos que podrían repercutir en la salud de nuestro compañero peludo.

Siendo realistas, no siempre es fácil conseguir este resultado con un producto “hecho en casa”. Lo mejor es consultar al veterinario de confianza, quien con seguridad podrá compartir consejos útiles para crear un menú a la medida.

Si el tiempo apremia o se busca una alternativa a la comida casera, podemos recurrir a la variada oferta que ofrece el mercado de alimentos para mascotas. Estas son fórmulas completas y balanceadas, diseñadas para satisfacer las necesidades de cada etapa de la vida, desde el embarazo hasta que nuestro engreído se aproxime a la tercera edad.

Únicos, irrepetibles

Darle la bienvenida a un cachorro de raza mixta es apostar sobre su apariencia futura. Tal vez examinando las características de sus padres, si se les conoce, o si tienen las patas grandes o cortas, uno podría tener una idea de si será grande o pequeño, así como también de su temperamento.

Un perro sin pedigrí es único en todo el sentido de la palabra. Quién sabe si por las venas de nuestro mestizo fluye la sangre de antepasados seleccionados para la caza o tal vez para tareas de pastoreo. En este sentido, acoger a un cachorro mestizo es una auténtica aventura, un camino que nos llevará a lo largo de los años a descubrir sus cualidades y peculiaridades.

Tener un mestizo es un gesto de amor. Estos perros, lamentablemente, son las mayores víctimas del abandono. Quizás sean perros que no puedan presumir de un “valor comercial”, pero lo que les sobran son cualidades extraordinarias.

Lo que sí es indiscutible es que un perro mestizo, y más si es adoptado, es y será una fuente infinita de fidelidad, amor y gratitud durante toda su vida a nuestro lado.

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