Hablar de perros de trabajo y rescate parece como ver películas de acción con agentes especiales. En realidad, nuestros amigos de cuatro patas son muy especiales para nosotros, y cuando tienen características “muy” especiales, se convierten en verdaderos héroes.
Los perros son los mejores amigos del hombre, pero los perros de trabajo y rescate son mucho más que un fiel compañero que siempre está a nuestro lado. Hay perros que desempeñan tareas importantes y, para lograrlo, deben someterse a un entrenamiento especial.
Les comentamos sobre algunas especialidades de los perros de trabajo y rescate.
Perros guía
Los perros guía pertenecen a la categoría de “perros de asistencia”. Son perros que facilitan la movilidad de personas ciegas o con discapacidad visual, para aquellos que tienen dificultades visuales o no pueden ver en absoluto, o no puede orientarse fuera de un entorno familiar. Es en estos casos que intervienen los perros guía, listos para acompañar a sus dueños en la vida cotidiana.
Cada perro guía generalmente se entrena para casos específicos. El entrenamiento puede durar de seis a nueve meses, a discreción del centro de entrenamiento. Al final de este proceso, el futuro propietario también debe seguir un curso de tres o cuatro semanas para que ambas puedan familiarizar, aprender a conocerse y confiar mutuamente. Ambos deberán superar finalmente una prueba de pareja, donde demostrarán que se han convertido en un equipo.
Perros de rescate
Los perros de rescate también se conocen como “perros de búsqueda”. Están entrenados para prestar servicios en diferentes situaciones como de avalancha y los perros de catástrofe, estos últimos se encargan de buscar sobrevivientes entre los escombros. Otros ejemplos son los perros utilizados para búsquedas en áreas de gran extensión y los perros de rescate en agua, capaces de localizar personas perdidas en ríos u otras masas de agua.
Los perros de rescate siempre trabajan junto a un guía especializado y pueden colaborar en equipos compuestos por varios perros. Se trata de perros domésticos comunes que viven en familias, el perro y el dueño se entrenan juntos para ser utilizados en situaciones de emergencia. El entrenamiento suele durar de dos a tres años y requiere superar varios exámenes.
Perros policía
La policía de todos los países se sirve de la ayuda de los perros para seguir rastros precisos, son capaces de encontrar pruebas, explosivos, drogas o personas desaparecidas, además de tener la tarea de proteger a los agentes de policía. Sin embargo, no todos los perros son adecuados para prestar servicio en el cuerpo de policía. En promedio, solo un perro de cada cien se emplea.
Los perros aptos deben someterse a un entrenamiento especial y viven en contacto cercano con el oficial de policía que los guiará en el servicio. El perro puede ser entrenado a partir de un año de edad y la formación posterior generalmente dura de uno a dos años.
Perros en servicio de aduanas
Al igual que los perros policía, los perros en servicio de aduanas pertenecen a los “perros al servicio de organizaciones estatales”. Apoyan el trabajo de los agentes de aduanas y son capaces de detectar productos que no pueden cruzar las fronteras nacionales, como drogas, cigarrillos, explosivos y otros objetos prohibidos.
Estos perros de trabajo son empleados junto con un guía y son entrenados en escuelas especiales. Entre el perro y el guía se establece una relación que los une tanto en el trabajo como en la vida privada. El entrenamiento dura de uno a dos años.
Perros guardianes
Los perros guardianes son perros de trabajo que vigilan un territorio específico, que puede ser una casa, un terreno o incluso un pastizal con animales. El área que vigilan suele estar cercada y la presencia de intrusos se señala ladrando o defendiendo el territorio con un ataque directo.
Los perros guardianes realizan su tarea solos, sin necesidad de que alguien esté con ellos. Por lo tanto, su intervención debería tener principalmente una función intimidatoria hacia el intruso no autorizado, ladrando y señalando su presencia en el territorio.
Para estos perros de trabajo, el entrenamiento no está regulado de la misma manera en todas partes, pero en muchos países está prohibido entrenar perros para atacar a otra persona. Sin embargo, es importante que el perro y el propietario sean seguidos juntos por un adiestrador profesional.
Perros de pastor y de protección del rebaño
Los perros de pastor se utilizan para dirigir rebaños o manadas de animales de cría, como ovejas o vacas. Su tarea es mantener unido el rebaño o la manada, ya que dentro del grupo el animal individual está más seguro de las amenazas externas, como depredadores como osos o lobos.
Los perros capaces de repeler estos ataques se conocen como “perros de protección del rebaño”. Los simples perros de pastor, pequeños y ágiles, son menos adecuados para la defensa del rebaño o la manada, pero son más adecuados para mover y dirigir el rebaño.
Luego hay perros que son capaces de cumplir ambas tareas, y los animales empleados en este campo viven junto al pastor o al criador. Con este fin, existen varios seminarios donde los criadores pueden aprender todas las habilidades técnicas necesarias para entrenar a los perros según sus necesidades.
Perros de alerta médica
Incluso los perros de alerta médica pertenecen al grupo de “perros de asistencia”. Entre ellos, recordamos, por ejemplo, a los perros de alerta para diabéticos, que son capaces de detectar fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre. Estudios han demostrado que los perros reaccionan cuando notan una disminución en la saturación de oxígeno en la sangre y son capaces de darse cuenta gracias a sus oídos muy sensibles, capaces de detectar cualquier cambio en la respiración.
En caso de que la glucosa en sangre disminuya a niveles críticos, el perro advierte a tiempo a su dueño, quien puede tomar medidas al consumir glucosa u otros tipos de azúcar. El perro también es capaz de detectar casos de hiperglucemia, de modo que, cuando sea necesario, el dueño pueda recurrir a una inyección de insulina a tiempo para evitar una crisis.
La duración del entrenamiento es variable y depende tanto de la organización que lo proporciona como del tipo de asistencia que el perro deberá brindar después.
Estos son solo un pequeño ejemplo de cómo el perro tiene un papel cada vez más estrecho con los seres humanos. Cada vez más realizan actividades muy útiles y seguimos descubriendo cada vez más cualidades en estos nuestros perros, que nos impresionan y sorprenden.