Cuando nuestro perro cojea, la causa puede ser diferentes las causas.
Cuando un perro cojea, sufre mucho su situación, por esto se necesita estar enterado de su problema lo antes posible, para que no vaya degenerando mas. Desde un leve golpe hasta algo más serio como una fractura o algún proceso degenerativo óseo o articular, por eso es muy importante acudir a nuestro veterinario de confianza, para evitar complicaciones.
En este artículo le hablamos un poco sobre las artrosis.
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy frecuente en perros. Está causada por el desgaste del cartílago que forma las articulaciones, echo que provoca inflamación y dolor en las zonas afectadas, así como una disminución del rango de movimiento.

Cuando viene el frío, y más en climas húmedos, los síntomas empeoran, es cuando más sufren los perros con artrosis, y es en estas épocas cuando más medidas debemos tomar para aliviarles el dolor.
Cuando el perro empieza a tener problemas en las articulaciones, los síntomas más inmediatos son cojera o anquilosamiento de las zonas más afectadas. Frecuentemente, en un inicio lo detectaremos por la incapacidad del perro para completar ejercicios o subir escalera, por ejemplo.
Con el paso del tiempo, los signos serán más evidentes y veremos las limitaciones de movimiento aún sin que hayan hecho mucho ejercicio.
Se distinguen dos tipos de artrosis; las primarias y las secundarias. Las primarias son de tipo degenerativo, pueden afectar a más de una articulación y son debidas a la edad y el “desgaste” de la articulación por el paso del tiempo.

Las artrosis secundarias son debidas a una mala alineación articular que ha desgastado de forma prematura el cartílago articular.
Éstas se dan por varios motivos, por ejemplo, después de una fractura, sobre todo si ha afectado a la articulación, también pueden darse por una mala disposición articular, como la debida a unos malos aplomos del perro, que le causaran un desgaste prematuro del cartílago.
Tanto en los casos de artrosis primarias como secundarias se recomiendan varias cosas:
Control estricto de la dieta: el perro debe estar en su peso ideal, ya que, si tiene sobrepeso, las articulaciones sufrirán mucho más el desgaste del cartílago.
Protectores articulares ortopédicos: por un lado, tiene una función preventiva, ya que permiten la protección y prevención del desgaste ocasionado en el cartílago de las distintas articulaciones del perro. Por el otro, una función curativa, ya que consiguen aliviar y acelerar el proceso de recuperación de las lesiones que pueda estar presentando el mismo en la actualidad.
Antiinflamatorios naturales: siempre que sea posible, se puede tratar la inflamación y el dolor con soluciones naturales para que no produzcan efectos secundarios. Si optamos por darles fármacos, que sean antiinflamatorios no esteroideos de nueva generación con muchos menos efectos secundarios y una acción más directa en las zonas de dolor. También útil pueden ser sección de quiropráctica da un especialista.
Protectores articulares nutricionales: glucosamina, condroitín sulfato y complementos de cartílago para evitar o reducir la degeneración del cartílago articular. Esto no tienen efectos secundarios y además son una buena prevención que evitará darles tantos antiinflamatorios en el futuro.
Ejercicio físico regular: es muy importante que no pierda demasiada masa muscular. Normalmente, los perros con artrosis suelen debilitar la musculatura por falta de uso. Este debilitamiento y atrofia muscular empeorará el cuadro. Por ello es necesario mantener un buen estado muscular.
Medidas para el hogar: algunas cosas que pueden ayudar a un perro con artrosis incluyen: ropa de cama que proporcione un apoyo suave para sus articulaciones doloridas, rampas para ayudarlo a entrar y salir de un coche o una cama, y fijar las alfombras y tapetes para ayudarle a conseguir tracción segura mientras camina. Además de muchas ayudas resultara dejarlo dormir en camas térmicas o colchones térmicos aislados de la humedad y calientes, ya que van a optimizar el tiempo de descanso y las condiciones de reposo de sus articulaciones.
Evitar la exposición al frío y a cambios bruscos de temperatura.
Con estas primeras atenciones, podremos dar una mejor calidad de vida a nuestra mascota. Pero siempre debemos recurrir al veterinario, para una visita y poder así definir más claramente el problema y darnos la mejor solución para nuestro perro.
Muy interesante es leer el informe del American Kennel Club (en ingles)
Este artículo es simplemente informativo, en PLANETA MASCOTA no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico.