Explorando bajo las patas de nuestros perros

Recuerden aquellos días en que el COVID generaba preocupaciones y rumores entre los dueños de mascotas. Adonde se decía que, al regresar a casa, era necesario lavar las patas de nuestros perros para evitar posibles contagios. Sin embargo, nada de esto resultó ser cierto, al igual que otras historias que normalmente circulan sobre la peligrosidad de las patas en los perros.

Si alguna vez has olido las patas de tu perro, es posible que hayas percibido un olor que evoca las patatas fritas o la levadura. En la mayoría de los casos, este olor no representa un problema para la salud de tu peludo compañero. Los perros no sudan y, de hecho, los únicos lugares por donde se refrescan son su nariz y las almohadillas de sus patas.

El olor se debe a la presencia de bacterias o hongos, que proliferan en grandes cantidades en las patas de los animales, de manera similar a la piel humana que alberga unos 10 mil millones de bacterias. Su microbioma es resistente, acostumbrado a entrar en contacto con diversos patógenos que encuentran en su camino. Solo graves desequilibrios pueden desencadenar una infección, que podría llegar a causar dolor y malestar.

Pero, ¿Qué se encuentra realmente bajo las patas de los perros y, sobre todo, ¿Qué llevamos a casa después de cada paseo?

¿Existen bacterias en las patas de los perros?

La prueba de la pata

Después de un paseo, puedes quitar la suciedad excesiva con toallitas específicas, pero esto no eliminará todas las bacterias patógenas y a veces ni siquiera el olor. Preocupada por lo que traía consigo a casa, una estudiante de microbiología de la Universidad de Puget Sound, Hope Fleischman, decidió echar un vistazo más de cerca a la pata de su pitbull Kona. Publicó los resultados en su perfil de TikTok.

En el video, se ve al perro sometiéndose a un “hisopo” en una placa de Petri, un instrumento que permite observar a simple vista las colonias bacterianas. Después de dos días, ya se podía observar la proliferación de una multitud de gérmenes, causando gran disgusto entre los espectadores de las redes sociales.

Bacterias buenas y malas

Es importante aclarar que esta prueba, a pesar de haberse vuelto viral con más de 7.3 millones de visualizaciones, carece de validez científica y no demuestra más que las patas de los perros están efectivamente cubiertas de bacterias, provenientes de la boca y el cuerpo del perro, así como del suelo. Pero esto no significa que sean patógenas o representen un problema de salud para los propietarios. Existe una multitud de bacterias beneficiosas, y la presencia de un solo patógeno no indica necesariamente infectividad.

Cuando se convierte en un riesgo

La buena noticia es que la abrumadora mayoría de las bacterias que colonizan a los perros no pueden infectar a los humanos debido a incompatibilidades genéticas, lo que hace que el riesgo sea insignificante. Además, hay algunos patógenos que realmente podríamos contraer de los perros, tanto de sus patas como de su saliva.

Ser tocado o lamiendo no presenta riesgos, a menos que haya heridas abiertas o deficiencias inmunológicas. Todo esto, claro está, asumiendo que conozcamos bien al perro: solo cuidando regularmente a nuestra mascota y manteniéndola limpia, podemos reducir el riesgo de enfermedades, sin importar cuánto le guste revolver la basura o dormir en nuestra cama.

¿Están más sucias las patas de un perro o los zapatos de un humano?

Cabe destacar que las almohadillas en la base de las patas de los perros están formadas por almohadillas gruesas y resistentes que están diseñadas para no acumular suciedad, sino dejarla resbalar.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Utrecht, de manera mucho más rigurosa que la prueba que causó sensación en las redes sociales, comparó la “salubridad” de las patas de 50 perros de servicio con las suelas de los zapatos de sus dueños.

Veterinarios y microbiólogos buscaron bacterias fecales Enterobacteriaceae y Clostridium, encontrando que las patas de los perros tendían a estar más limpias que las suelas de sus humanos.

Conclusión. Compartiendo alegrías sin temores

En conclusión, explorar el fascinante mundo bacteriano bajo las patas de nuestros leales amigos peludos nos revela una realidad menos aterradora de lo que podríamos haber imaginado. Aunque las patas de los perros están, sin duda, pobladas de bacterias, la mayoría de ellas resultan inofensivas para los seres humanos.

La prueba viral de la pata en las redes sociales puede haber generado cierto asombro, pero no hay necesidad de entrar en pánico.

La convivencia con nuestras mascotas es una fuente inagotable de alegría y compañía, y las posibilidades de transmisión de enfermedades a través de sus patas son mínimas.

La mayoría de los microorganismos que las habitan son inofensivos e incluso beneficiosos. El riesgo real, si lo hay, es más bien anecdótico y solo se manifiesta en circunstancias excepcionales.

Cuando tu perro regrese de su paseo y te reciba con alegría desbordante, no te preocupes en exceso por lo que pueda traer consigo. Ama, juega y comparte momentos felices con tu mascota, sabiendo que las bacterias en sus patas son simplemente parte del asombroso y diverso mundo que comparten contigo.

Con precauciones básicas y un cuidado regular, tu relación con tu amigo de cuatro patas seguirá siendo una fuente constante de amor y diversión, sin sombras de preocupación innecesaria. ¡A disfrutar de la vida junto a tu peludo compañero sin temores infundados!

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