El San Bernardo: de perros de rescate a héroes terapéuticos

En esta era de cambios y evoluciones de la naturaleza de muchos trabajos, los perros también están formando parte de ello. El gran San Bernardo, por mucho tiempo considerado un perro de rescate para personas extraviadas o lastimadas en zonas montañosas, hoy es reinventado para un nuevo propósito.

Hablamos de perro San Bernardo, en este artículo le contamos cómo la Fundación Barry, que maneja uno de los criaderos más antiguos y prestigiosos de San Bernardo en Suiza, está liderando este emocionante cambio.

Siempre son santos

Los San Bernardo, que alguna vez fueron sinónimo de rescate en las altas montañas, ahora están desempeñando un papel crucial en el ámbito social y terapéutico. Andrea Zollinger, portavoz de la Fundación Barry, nos cuenta: “Hoy en día, los san bernardo trabajan principalmente en el frente social. Trabajan en hospitales y hogares de cuidado de ancianos. Ayudan a personas en terapia, interactúan con niños y personas privadas de su libertad. Son capaces de obrar verdaderos milagros en la recuperación física y psicológica de los pacientes”.

Cachorros llegan al mundo para una nueva misión

Cada año, los perros de la Fundación Barry participan en aproximadamente 600 misiones. No solo mejoran la vida de personas con trastornos del espectro autista y otras necesidades especiales, sino que también asisten a médicos en la realización de rehabilitación psicosomática y psicosocial. Además, acaban de dar la bienvenida a siete cachorros: cinco hembras y dos machos. “Están empezando a explorar un mundo nuevo”, dice la Fundación Barry. “Son descendientes de Barry I, un San Bernardo que salvó la vida de más de 40 personas en nuestras montañas a principios del siglo XIX. Como sus predecesores, Barry I vivió en un refugio fundado por monjes en la Edad Media para ayudar a peregrinos y otros viajeros a cruzar los peligrosos Alpes”.

Una gran fama  desde Suiza para el mundo

Los relatos de viajeros y las historias de soldados que cruzaron el paso de montaña con Napoleón Bonaparte en 1800 contribuyeron a forjar la reputación de esta raza como compañeros ideales para la aventura. Gracias a su excelente olfato, su altura y su impresionante tamaño, solían ser utilizados para rastrear el camino a través de la nieve para los equipos de rescate. Sin embargo, hoy en día, los equipos de rescate en la montaña tienden a depender de perros más pequeños, que son más fáciles de transportar en helicóptero que los robustos San Bernardo.

A pesar de estos cambios, Suiza sigue siendo un país profundamente conectado con sus queridos San Bernardo. Son, sin duda, un símbolo nacional, y muchas personas se dedican a mantenerlos en forma y preservando los estándares de la raza para ofrecer su ayuda a quienes más la necesitan.

Un perro de amistad y servicio

Los San Bernardo son el reflejo de una larga tradición de amistad y servicio. Su historia se teje con cuentos de valentía en las montañas heladas y rescates heroicos en medio de tormentas de nieve. Durante generaciones, estos leales compañeros han demostrado su devoción a la humanidad. Ahora, en un mundo en constante cambio, están encontrando una nueva vocación como terapeutas y educadores.

Fundación Barry y su compromiso con esta evolución

La Fundación Barry se encuentra en la vanguardia de esta emocionante transformación. Están comprometidos a capacitar a estos increíbles perros para brindar apoyo terapéutico y educativo a personas vulnerables. Los San Bernardo están llevando alegría y consuelo a hospitales y hogares de ancianos, y se han convertido en compañeros de confianza para quienes más los necesitan.

El trabajo de la Fundación Barry es un recordatorio de que la evolución es parte de la vida. Los San Bernardo están demostrando una vez más su versatilidad y su capacidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad.

No importa cuánto cambie el mundo que los rodea, estos nobles perros siguen siendo un faro de esperanza y compasión. Así que, la próxima vez que veas a un San Bernardo con su característico barril al cuello, recuerda que estos perros no solo son símbolos de rescate en la montaña, sino también héroes terapéuticos que están haciendo una diferencia en la vida de muchas personas. Su capacidad de cambiar y evolucionar es un testimonio de su espíritu resiliente y su amor incondicional.

Estamos emocionados por el futuro de estos valientes canes y las vidas que continuarán tocando. ¡Saludemos a los San Bernardo y a la Fundación Barry por su increíble trabajo!

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