La fiebre en el perro es un signo de que algo no anda bien, y reconocerla a tiempo es crucial para brindarles el cuidado adecuado. En este artículo, te explicaremos cómo detectar la fiebre en tu perro, los síntomas a tener en cuenta, y qué pasos seguir para asegurarte de que reciba la atención necesaria.
Cuando un perro tiene fiebre, puede ser difícil para los dueños identificar el problema, ya que, a diferencia de los humanos, los animales no pueden comunicar su malestar de manera directa.
Sin embargo, existen varios síntomas que pueden indicar que nuestro perro está experimentando una elevación en su temperatura corporal.
Reconocer estos signos es crucial para actuar de manera oportuna y brindar el cuidado necesario.
Síntomas de fiebre en perros
Los síntomas de fiebre en los perros pueden variar y no siempre se presentan todos a la vez.
Entre los más comunes se encuentran:
Nariz caliente y seca: Aunque la nariz del perro a veces está seca no siempre indica fiebre, puede ser un indicio si se presenta junto a otros síntomas.
Temperatura elevada en orejas, abdomen y axilas: Estas áreas suelen volverse notablemente más cálidas al tacto cuando el perro tiene fiebre.
Pelo seco y sin brillo: La fiebre puede afectar la apariencia del pelaje, haciéndolo menos brillante y más áspero.
Ojos rojos y brillantes: Unos ojos más húmedos o enrojecidos de lo normal pueden ser una señal de fiebre.
Letargo: La fiebre a menudo causa cansancio extremo, y el perro puede mostrarse menos activo o querer dormir más de lo usual.
Pérdida de apetito: Un perro con fiebre puede rechazar su comida, lo que es un signo claro de que algo no anda bien.
Dificultad para moverse: La fiebre puede hacer que los perros se sientan doloridos y reacios a moverse.
Temblores: Los escalofríos o temblores son una respuesta común del cuerpo a la fiebre.
Sed excesiva o falta de ella: Cambios en el consumo de agua, ya sea bebiendo más o menos de lo habitual, pueden ser indicativos de fiebre.
Respiración acelerada: La fiebre puede causar que el perro respire de manera más rápida o superficial.
Taquicardia: Un ritmo cardíaco acelerado es otro signo que podría acompañar la fiebre.
Confirmación de fiebre y métodos de medición
Si se sospecha que un perro tiene fiebre, es importante confirmar la temperatura utilizando un termómetro, ya que es el método más preciso para determinarlo.
El termómetro rectal es el más común y confiable para animales, y se recomienda lubricar el dispositivo antes de usarlo.
El procedimiento solo toma un minuto con los termómetros modernos.
También existen termómetros auriculares que miden las ondas de calor alrededor del tímpano, aunque pueden ser menos precisos.
La temperatura normal en perros oscila entre los 38°C y 39°C, y puede ser ligeramente más alta en cachorros. Si la temperatura supera los 39°C, es motivo de preocupación, y si alcanza los 40°C o más, es urgente llevar al animal al veterinario.
Qué hacer
Confirmada la fiebre, es crucial evitar la administración de medicamentos humanos o cualquier otro tratamiento sin consultar al veterinario.
Algunos medicamentos pueden ser tóxicos para los perros, y solo un profesional está capacitado para recetar el tratamiento adecuado.
Para ayudar a bajar la temperatura corporal de tu perro, se puede utilizar un paño húmedo con agua fresca (no helada) para aplicar compresas en las orejas, abdomen y patas del animal.
Evita cambios bruscos de temperatura y asegúrate de que el perro beba agua para mantenerse hidratado, aunque puede ser difícil convencerlo.
Causas de la fiebre
La fiebre en los perros puede ser un síntoma de diversas condiciones subyacentes, como infecciones bacterianas o virales, heridas, picaduras de insectos, infecciones urinarias o intoxicaciones alimentarias.
Identificar la causa es fundamental para aplicar el tratamiento correcto, y generalmente, el veterinario necesitará realizar un examen exhaustivo para determinar el origen del problema.
La fiebre es una señal de que el cuerpo del perro está luchando contra algún tipo de invasión o lesión.
Actuar con rapidez y llevar al perro al veterinario es la mejor manera de asegurarse de que reciba el cuidado necesario y se recupere pronto.