Conoce cómo educar a tu perro en este artículo. Educación basada en castigos físicos y verbales es cosa del pasado. ¡No más daño físico y emocional a tu mascota! Conoce los abordajes modernos que cuidan el bienestar emocional de nuestros engreídos.
Antiguamente las técnicas de modificación conductual del perro estaban basadas en métodos aversivos (como castigo físico y verbal) y en teorías obsoletas sobre la supuesta dominancia del perro. Hoy en día, estas teorías son rechazadas totalmente por los profesionales de salud animal dedicados a comportamiento, ya que carecen de fundamento científico (los perros no son lobos) y ponen en riesgo la integridad física y emocional de la mascota.
Hoy en día nuestro fiel amigo de cuatro patas está más cerca de nosotros que hace 20 o 30 años, compartiendo espacios comunes y momentos únicos día a día; esto, a su vez, hace que tengamos la oportunidad de poder observarlo más y notar claramente que puede manifestar, a veces, ciertas conductas problemáticas o inadecuadas para nosotros, desde eliminación inadecuada (hacer pipí donde no debería) hasta agresividad hacia personas desconocidas, por ejemplo.
Los tiempos cambian, y junto a esto llegan nuevos abordajes y metodologías de enseñanza para nuestros fieles amigos, los cuales se basan en preservar su salud mental y lograr realmente explotar su sistema cognitivo, generando un vínculo seguro y estable entre dueños y mascotas.
Los métodos aversivos (castigo físico, por ejemplo) por su parte, utilizarán como vehículo de aprendizaje el miedo, haciendo que la mascota detenga la conducta por miedo al dolor o molestia. Sin comprender realmente por qué ocurre el castigo, tendrá una asociación vaga, generará un estado de frustración que se puede manifestar de distintas maneras (agresividad, micción inadecuada, entre otros signos). Sumado a esto, las conductas normalmente no cesarán de inmediato, haciendo que el dueño tenga que repetir la técnica, generándose un estado crónico de estrés en la mascota, empeorando el resultado al final (aparición de otro problema conductual, como algún tipo de agresividad), y rompiendo o deteriorando el vínculo dueño-mascota.
En cambio, los métodos basados en recompensa positiva, dándole la oportunidad a la mascota que pueda asociar y decidir qué hacer (sí, decidir), son los métodos que asegurarán que pueda entender realmente qué es lo que quieres de ella, reforzarán el vínculo contigo, no pondrá en riesgo su salud emocional o mental, y disminuirá la posibilidad de aparición de agresividad asociada a estrés o frustración.
Puedes probar lo siguiente a partir de ahora con tu mascota: Por lo menos durante 1 semana, trata de evitar utilizar castigos físicos o verbales y reemplaza esto por premiar todo lo que tu perro haga bien o que le indiques y responda como tú desees. Recuerda que los refuerzos positivos pueden ser premios comestibles, tu voz en tono amistoso (¡Muy bien!) o caricias cortas. ¿Notaste la diferencia? ¡Qué bueno! ¡Sigamos así!
Atrás quedó el uso del collares de ahorque, toque con los dedos, collares eléctricos o de púas, etc. Hoy en día cuidamos no sólo el bienestar físico de tu mascota, sino también el emocional. Queremos que formes un vínculo seguro y estable con tu fiel amigo, y que sepas que hay abordajes y técnicas basadas en refuerzo positivo para poder manejar los problemas conductuales, donde el uso de castigos físicos o verbales no es necesario en ningún momento. Recuerda asesorarte siempre con un profesional veterinario dedicado a comportamiento, para que te pueda ayudar a tratar los problemas conductuales de tu mascota.