¡¡¡Atención!!! ¿Pueden los perros comer hongos?

No todos los hongos son seguros para nuestras mascotas, y algunos pueden ser peligrosos. Por esto que debemos tener mucha atención. Los hongos silvestres, en particular, pueden ser altamente tóxicos para los perros, por lo que debemos estar atentos durante los paseos o si aparecen en nuestro jardín.

Cuando hablamos de hongos, es importante diferenciar entre aquellos que son seguros y los que pueden representar un riesgo para la salud.

Las mismas reglas que aplican para los humanos, en general, pueden aplicarse a los perros.

Aunque en los últimos años los hongos se han ganado un lugar como una fuente de proteína alternativa y sostenible, no todos son seguros para nuestras mascotas.

Hongos seguros y peligrosos

Muchos hongos comestibles que adquirimos en supermercados, como los champiñones, pueden ser consumidos por los perros en cantidades moderadas y cocidos. Estos hongos contienen nutrientes beneficiosos, como vitaminas B y D, minerales y antioxidantes. Sin embargo, es crucial evitar darles hongos crudos o deshidratados, ya que pueden ser difíciles de digerir para ellos.

Lo realmente peligroso es cuando los perros tienen acceso a hongos silvestres, ya que varias especies son altamente tóxicas, tanto para humanos como para animales. Durante los paseos al aire libre, es fundamental que vigiles a tu perro para asegurarte de que no ingiera ningún hongo que encuentre en el camino. Los hongos silvestres pueden ser difíciles de identificar, y muchos de ellos contienen toxinas que pueden causar envenenamiento severo.

¿Qué hongos pueden comer los perros?

Si deseas compartir hongos con tu perro, asegúrate de ofrecerle solo hongos comestibles seguros, como los champiñones. Es importante que estén cocidos, preferiblemente con una pequeña cantidad de aceite de oliva y sin condimentos adicionales. No es recomendable agregar ingredientes como ajo, cebolla o especias, ya que son tóxicos para los perros. Aunque los hongos pueden ser saludables, no deben convertirse en un suplemento habitual en la dieta de tu mascota. Los perros obtienen la mayoría de sus nutrientes esenciales de los alimentos balanceados que consumen regularmente, y los hongos solo deben ofrecerse como un bocadillo ocasional.

El peligro de los hongos silvestres

El principal riesgo asociado con los hongos para los perros radica en aquellos que crecen en jardines o en espacios al aire libre. Algunas especies de hongos silvestres pueden ser extremadamente venenosas, y los síntomas de envenenamiento varían según el tipo de hongo consumido. Los signos comunes de intoxicación incluyen salivación excesiva, vómitos, diarrea, dolor abdominal e incluso fallos en órganos vitales como el hígado o los riñones en casos graves.

Ante la sospecha de que tu perro haya consumido un hongo desconocido, es vital contactar a un veterinario de inmediato para recibir orientación y tratamiento.

Prevención y recomendaciones

Si tienes hongos en tu jardín o en áreas a las que tu perro tiene acceso, retíralos lo antes posible. Los perros, a menudo curiosos por naturaleza, pueden ingerir cosas que no deberían, y los hongos tóxicos pueden causar daños graves en cuestión de horas. Además, si decides incorporar hongos en la dieta de tu perro, consulta siempre con tu veterinario para asegurarte de que sean seguros y adecuados para la salud de tu mascota, ya que algunos perros pueden ser más sensibles o alérgicos a ciertos alimentos.

En resumen, aunque los perros pueden disfrutar de algunos hongos, es esencial tener cuidado. Opta por hongos comestibles cocidos y nunca permitas que tu perro se acerque a hongos silvestres. Su salud y seguridad deben ser siempre la prioridad.

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