Pasión por el acuario, afición, pero también idea de decoración

Es una de las pasiones más tradicionales, un poco en todo el mundo, pero gracias a los últimos desarrollos se ha convertido cada vez más en una idea para decorar la casa, pero sobre todo en una actividad relajante y anti estrés.

Los acuarios se vuelven tecnológicos
En los últimos tiempos se ha avanzado mucho en lo que respecta a los acuarios, tanto desde el punto de vista de la investigación sobre los efectos positivos de esta afición, como en la simplificación de la gestión en el cuidado de los peces y los ambientes marinos. Internet también está jugando un papel decisivo, proponiéndose no sólo como canal de información, sino también como referencia para la compra de todo el material necesario, con la difusión de diversos portales de comercio electrónico temáticos. De hecho, hoy en día los acuarios mismo, han evolucionado y se han vuelto de alta tecnología, equipados con lámparas que recrean el amanecer, el día y la puesta del sol y varias herramientas para recrear mejor el entorno original de los “huéspedes”, que, si se maneja correctamente, este espacio permite a los peces socializar y a veces para reproducirse, especialmente si se mantienen en excelentes condiciones.

Para los que empiezan
Quienes se aventuren en el mundo de la acuariología deberán primero limitar el número de invitados en su acuario” y también prestar atención a la cantidad de comida administrada, evitando excederse. Sin embargo, antes de comenzar y lanzarse de cabeza a este mundo, hay algunos datos importantes a tener bien en cuenta: en primer lugar, un acuario no es simplemente un adorno, sino un pequeño ecosistema en el que viven seres vivos.

Los efectos beneficiosos de un acuario de interior.
También hay una señal inmediata para saber si el acuario está en buenas condiciones, dada según la “proliferación de grandes cantidades de algas en el cristal y una pátina marrón en el fondo”. Si estas son las premisas para garantizar la salud de los huéspedes del “tanque”, la de los acuaristas también se deriva de la capacidad de detenerse y mirar el cristal y los movimientos de los peces. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Environment & Behavior y realizado en el National Marine Aquarium por las universidades de Plymouth y Exeter, tener peces u observarlos todos los días genera respuestas muy positivas en el cuerpo. En el estudio se encontró que las personas que se tomaban un tiempo para observar a sus peces o acudían regularmente a acuarios, experimentaban una reducción notable en sus niveles de presión arterial y frecuencia cardiaca. Además, ver a un mayor número de peces ayuda a mantener la atención por más tiempo y a mejorar el estado de ánimo.

Una antigua tradición
No debemos olvidar que la tradición de tener peces en casa tiene orígenes lejanos, a los chinos les encantaba tener peces dorados mientras que a los japoneses les encantaba la carpa koi, una variedad de carpa domesticada y colorida que aparece a menudo en representaciones artísticas y que también es protagonista de los clásicos “Jardines orientales”, considerados también símbolo de fertilidad y por tanto un clásico regalo a los hijos varones por parte de los padres.


En definitiva, la pasión por los acuarios sigue creciendo, y atrayendo a muchos nuevos entusiastas, que transforman esta pasión creando pequeñas obras maestras que captan la atención de los visitantes y aportan un toque extra a la decoración de su hogar.

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