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Mi mascota es un caballo

Mascotas, las hay de todo tipo y para todos los gustos. Perros, gatos, conejos, periquitos, cuyes, peces, iguanas y una larga lista de etcétera, pero ¿un caballo?

No sabemos si llamarlo mascota sea un poco arriesgado, lo que nadie puede negar es que el caballo es un animal de compañía. Quien tenga uno en su casa de campo, en un centro ecuestre o practique la equitación, sabe que tiene un verdadero amigo, solo que un poco más grande.
Después de todo, ¿no te diriges a él constantemente con frases cariñosas? ¿No le confías tus preocupaciones? ¿Acaso no forman una pareja en perfecta armonía cuando salen a pasear o a correr juntos? La diferencia está en que no te lo puedes llevar al parque ni a sentarse contigo en el sofá a ver televisión.

Un caballo en casa

Seguidamente, queremos compartir contigo, unas interesantes consideraciones antes de tomar la decisión de tener un caballo:

El espacio. Si vives en la ciudad, no podrás tener un caballo en el patio de tu casa. Pero si tienes la suerte de vivir en el campo tal vez un gran jardín o un gran terreno alrededor sea suficiente para acomodar una cerca del tamaño adecuado. De lo contrario, es mejor confiar el animal a una escuela de equitación y asumir el compromiso de visitarlo para que trote, corra, en suma, que haga ejercicio.

Disfruta de la compañía. Como a todas las mascotas, el caballo ama sentirse querido y acompañado. De modo que, si no puedes pasar mucho tiempo con él, lo más conveniente será que se quede en un establo con otros caballos en lugar de dar vueltas en un gran corral en soledad, puesto que puede desarrollar problemas de conducta o hasta volverse agresivo.

Volvemos a reiterar, tienes que pasar mucho tiempo con él y llevarlo a pasear con frecuencia porque adoran pasar el mayor tiempo posible al aire libre. Sacarlo pasear es un compromiso.

La alimentación. Los caballos comen mucho. Por tanto, ten siempre a mano hierba fresca rica en fibras y heno limpio, es decir, depurado del polvo, tierra o barro que pueda haber acumulado. Sí, los caballos son animales un poco quisquillosos. En cuanto al agua debe ser fresca, clara, pero no fría, y debe tenerla disponible en todo momento, a pesar de que solo beben una vez al día.

Los dientes. Revisa sus dientes con mucha atención porque como los conejos, los dientes de los caballos crecen bastante rápido y si no se controlan pueden ocasionarles problemas para masticar y dolor generalizado. Consulta siempre con un odontólogo veterinario, él es el profesional que decidirá si es necesario intervenir o si los dientes están bien como están.
Las vacunas. Los caballos necesitan vacuna contra el tétanos, por supuesto, pero también contra el virus de la encefalitis equina, el herpes equino y la rabia. Según el lugar donde viva y su estilo de vida, es posible que necesite otros tipos de vacunas. El veterinario es quien sabrá sin duda la que más necesitan.

Cuidados | pedicura. A los caballos les encanta la pedicura. Lo más importante es limar sus zuecos cada seis u ocho semanas como máximo, especialmente si no tiene la oportunidad de salir con frecuencia. Entonces consulta con un veterinario o una persona experimentada respecto a las planchas o herraduras porque puede que ni siquiera las necesite, sobre todo si lleva una vida tranquila, alejada de competiciones o trabajos extenuantes.

Tiempo de vida. Los caballos que viven junto a alguien responsable tienen más probabilidades de alcanzar la vejez. Después de todo, el propietario cuida su dieta, lo protege del mal tiempo y cura sus enfermedades.
La vida útil de los caballos domésticos es de aproximadamente 20 a 25 años y con un buen cuidado pueden llegar a los 35 a 40 años.

Un caballo es una mascota hermosa y leal. Un pony en miniatura, por ejemplo, o un caballo aristocrático sofisticado es perfectamente capaz de convertirse no solo en una mascota, sino en un verdadero amigo.

Un caballo no es una mascota cualquiera. Al caballo le gusta ser el centro de tu atención. Una tenencia responsable significa dedicarle tiempo de calidad, cuidados y mucho amor. Y así tendrás por muchos años un tiempo un cómplice de aventuras, un verdadero amigo.

Denuncia el abuso
En la playa, en el campo, tanto en Lima como en el resto del país son muchos los restaurantes que ofrecen como distracción paseos a caballo. Observa a los animales antes de pagar por un rato de “diversión”. Algunos caballos están tan flacos que se les ven hasta los huesos y su pelaje está sucio y sus crines enredadas.

¿Te imaginas estar amarrado todo el día bajo el sol?
¿Te imaginas no poder moverte y soportar el frío y la lluvia?
¿Te imaginas escuchar los bocinazos de los autos al pie de la carretera?
¿Te imaginas pasar largas jornadas sin comer?
¿Te imaginas lo que debe ser cargar a un hombre de más de 120 kg en tu lomo?

Denuncia el maltrato.
No contribuyas con la explotación animal.

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