Hablar de mascotas y contaminación es enfrentarnos a un tema muy actual que estamos viviendo día a día. Nos enfrentamos a una realidad donde la calidad del aire, los productos químicos domésticos y otros factores contaminantes representan serias amenazas para nuestra salud como la de nuestras mascotas.
Mascotas y contaminación ambiental es una de las principales preocupaciones, especialmente para aquellos que viven en áreas urbanas. Con el constante deterioro de la calidad del aire, es esencial considerar también el bienestar de nuestras mascotas.
En particular, los perros y gatos pueden estar expuestos a una serie de riesgos relacionados con la contaminación atmosférica y doméstica, incluso mayores que los humanos. Esto se debe a que respiran, tocan e interactúan a nivel del suelo, donde la concentración de contaminantes suele ser más alta y se depositan más sustancias nocivas.
Contaminantes más peligrosos
Los perros que son sacados a pasear por las aceras, así como los gatos que tienen acceso libre a balcones o salen al exterior, pueden entrar en contacto con varios agentes contaminantes que pueden afectar negativamente su salud, impactando en varios órganos y sistemas.
Por ejemplo, la cuestión de la piel es el primer objetivo susceptible, con dermatitis e irritaciones, seguida por el sistema respiratorio, donde los óxidos de nitrógeno y azufre presentes en el aire contaminado pueden causar irritación en las mucosas y provocar inflamaciones que, con el tiempo, pueden llevar a enfermedades más graves, incluso cáncer.
Los hidrocarburos aromáticos, de hecho, son agentes cancerígenos. Las partículas finas representan otro peligro, ya que su tamaño les permite llegar a los alvéolos pulmonares, desencadenando así inflamaciones crónicas.
Clima cambiante
Los cambios bruscos de temperatura, la prolongada sequía y la cada vez peor calidad del aire causan no pocos problemas tanto a los humanos como a los animales.
La contaminación afecta también a las mascotas en los días soleados y son especialmente nocivos para los perros y gatos de pelaje corto o de color blanco, por lo que es importante evitar la exposición durante las horas del día en las que los rayos solares son más dañinos.
No hay que olvidar que los perros y gatos también necesitan protección solar, y parece que estas condiciones climáticas también influyen en su comportamiento. Tanto es así que en unos estudios de la Universidad de Harvard han demostrado que los perros muerden más en los días calurosos y contaminados.
La variabilidad climática también afecta al buen funcionamiento articular, empeora los dolores en las patas y, combinada con la contaminación, es cada vez más causa de enfermedades respiratorias como la tos y la traqueítis crónica.
Higiene, ante todo
¿Cómo protegerlos entonces? Es fundamental adoptar algunas precauciones, sobre todo porque el pelaje puede retener el smog.
Entre algunos consejos da tener en cuenta se encuentran la limpieza del pelaje y la eliminación del polvo con soluciones adecuadas, como toallitas húmedas o espumas, o simplemente con agua acidulada con vinagre, además de un aseo regular con productos no agresivos e hidratantes.
Además, se recomienda el uso de alimentos y suplementos ricos en antioxidantes para reducir el daño celular y siempre muy importante son las visitas veterinarias regulares para verificar el estado de nuestro perro o gato con respecto a los órganos más expuestos.
Detergentes y humo
No hay que olvidar que los productos químicos utilizados para limpiar la casa y el humo pasivo también representan amenazas para la salud de perros y gatos.
Al vivir en estrecho contacto con los entornos domésticos, pueden estar constantemente expuestos a sustancias químicas presentes en detergentes, desinfectantes y perfumes.
Su piel puede reaccionar negativamente al contacto con estos agentes, desarrollando dermatitis e irritaciones que, si se descuidan, pueden llevar a condiciones más graves con el tiempo.
El humo pasivo, emitido por los productos del tabaco, también es igualmente perjudicial para ellos. Al respirar el aire contaminado por el humo, son susceptibles a problemas respiratorios, alergias y, en casos extremos, a graves enfermedades pulmonares.
Enfrentar estas amenazas ocultas en nuestros hogares requiere, por lo tanto, una mayor conciencia por nuestra parte.
Pero, la preocupante relación entre la contaminación y nuestras mascotas destaca la urgencia de tomar medidas para proteger su salud y bienestar en un mundo cada vez más afectado por la degradación ambiental, adonde nosotros humanos hemos participado irresponsablemente.
Ahora nos enfrentamos a una realidad donde la calidad del aire, los productos químicos domésticos y otros factores contaminantes representan serias amenazas para la salud de nuestros fieles compañeros peludos.
Sin embargo, esta problemática no solo concierne a nosotros ahora, sino que también afectará profundamente a las nuevas generaciones si no actuamos con determinación y responsabilidad.
Estamos dejando a los recién nacidos un planeta marcado por la devastación ambiental, donde la contaminación es una realidad omnipresente que compromete la salud de todas las formas de vida, incluidas nuestras queridas mascotas.
Por tanto, es imperativo que tomemos conciencia de la importancia de preservar nuestro entorno natural y tomemos ahora ya, acciones concretas para mitigar los efectos nocivos de la contaminación.
Recolectar las basuras diferenciadas por parte de la ciudadanía es como vaciar 100 piscinas olímpicas con las solas manos.
Las grandes industrias y los gobiernos deben tomar decisiones muchos más efectivas, pero ahora. Solo así podremos garantizar un futuro más saludable y sostenible para todas las especies que comparten este preciado hogar llamado Tierra.