La muerte de tu perro, gato u otra mascota es tan dolorosa para muchas personas como la pérdida de un ser querido. ¿Cómo enfrentar este duelo?
La muerte de tu perro como de otras mascotas o animales de compañía, que comparten su vida con nosotros, a menudo es equiparada por muchos dueños a un duelo real y comparable en todos los aspectos al dolor experimentado por la pérdida de un ser querido.
La pérdida de un afecto, de una relación, deja siempre un vacío, principalmente debido a la falta de continuidad, a la pérdida de la rutina diaria y a un vínculo emocional que se quiebra.
Esta pérdida puede causar un estrés grave al dueño, que a menudo requiere la intervención de un profesional que le ayude a procesar este estado emocional. Esto también ha sido confirmado por estudios recientes que señalan que la pérdida de una mascota es una de las principales causas de depresión en los Estados Unidos.
Las cinco etapas del duelo
Hay cinco etapas en el proceso que el dueño debe enfrentar después de la pérdida de su amada mascota, y la duración de cada etapa puede variar en cada individuo.
- Negación: Es la etapa inicial, en la cual aún no se comprende lo sucedido y se actúa como si nada hubiera ocurrido (se deja el tazón de comida y la cama en su lugar, etc.).
- Ira: Esta es la etapa en la que pueden desarrollarse sentimientos negativos hacia el veterinario, porque no pudo salvar al animal, o hacia otros dueños que aún tienen una mascota viva, o hacia los familiares que no logran comprender el dolor que se está experimentando, o incluso hacia uno mismo, por no haber sido capaz de intervenir de manera efectiva.
- Remordimiento: Es la etapa en la que se siente culpa por no haber hecho lo posible o cualquier otra cosa mientras la mascota aún estaba viva.
- Depresión: Se trata de un período caracterizado por una tristeza profunda e inconsolable por la pérdida de la mascota (esta es la etapa más larga).
- Aceptación: Esta es la etapa final que permite aceptar la situación recordando los buenos momentos vividos juntos. En esta etapa, la persona que está experimentando el duelo no olvida a su mascota, sino que, al contrario, logra recordarla y hablar de ella.
¿Por qué se sufre tanto por la muerte de tu perro o gato?
El proceso de elaboración del duelo según Sigmund Freud (“Duelo y melancolía”, 1917) es un trabajo psíquico, una reestructuración de una nueva relación entre uno mismo y el mundo, porque con la pérdida se pierde una parte de uno mismo.
Esto es aún más cierto en la relación con una mascota, ya que la relación construida era “un mundo de a dos”. La muerte de un perro, gato u otra mascota entra en la categoría de pérdidas socialmente no reconocidas.
Por esta razón, decir adiós a un perro o una mascotas, es muy difícil, y el duelo por su muerte puede complicarse y resultar muy doloroso, debido a la imposibilidad de llevar a cabo dos elementos fundamentales para su procesamiento: el ritual y la narración.
Recientemente, la necesidad de un ritual después de la pérdida de una mascota ha comenzado a ser percibida a nivel social, tanto que algunas empresas funerarias se han organizado para llevar a cabo ceremonias incluso para las mascotas, y cada vez hay más cementerios destinados a los animales de compañía.