Una dieta para el gato bien equilibrada

Nunca es fácil elegir una dieta para el gato. Quien vive con gato, lo sabe bien lo difícil que puede ser poder complacerlos con lo que más le guste.


Iniciando desde una dieta para el gato, somos responsables de ellos y queremos que tengan lo mejor para que disfruten de una buena calidad de vida. Y la alimentación es el tema más importante para mantener sana a nuestra mascota.

Requerimientos nutricionales en gatos

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que los gatos son carnívoros estrictos. Es imprescindible que su dieta contenga nutrientes provenientes de las proteínas de origen animal, que son sus principales fuentes de energía. Nuestros felinos no han evolucionado mucho de sus antecesores los gatos salvajes en lo que se refiere a alimentación. Por eso un gato jamás debe de alimentarse con una dieta vegana.

Malnutrición en los gatos

A menudo nos encontramos con gatos que se han convertido en un problema causado en la mayoría de las veces por nosotros. Todos hemos oído frases como «… es que mi gato solo quiere jamón york…», o «…no come otra cosa que pescado del día…», o «…es que solo quiere atún de lata…» Podemos convertir a nuestros bigotudos en falsos gourmets y causarles un problema grave o muy grave en su salud.

Un gato no se vuelve «exquisito» de la noche a la mañana, sino que aprende como sacar el mejor partido de su compañero humano. Lo mejor es no ceder ante sus caprichos y darle una buena alimentación dependiendo en la etapa que se encuentre de su vida.

Un gato con malnutrición presenta algunos síntomas que debes tener en cuenta: el pelo aparece sin brillo, seco y suele tender a caerse. Además, pueden darse casos de caspa, dermatitis y seborrea. Las alteraciones en la dieta también pueden derivar en diarreas o por el contrario estreñimiento.

Una dieta para el gato bien equilibrada
Obesidad en los gatos

Al igual que los humanos si el gato ingiere más alimento de lo que necesita puede traducirse en un sobrepeso que en nada le beneficia.

La obesidad en gatos es un problema serio y puede llevar a diferentes enfermedades con complicaciones mayores.

Un gato “gordo” no quiere moverse, no quiere jugar con lo que bebe menos agua y con esto puede dar lugar a problemas renales y urológicos.

Mejorar la alimentación de los gatos

Como hemos dicho antes la dieta debe ir acorde con la etapa en la que se encuentre el gato. Los buenos alimentos comerciales están específicamente desarrollados para que cumplan con todos los requisitos nutricionales.  Lo mejor es acostumbrar al gato desde pequeño a un alimento de calidad seco que podremos combinar con un alimento húmedo.

Al llevar el alimento húmedo una base importante de agua nuestro gato ya se está hidratando. Cualesquiera que sean las condiciones en las que se encuentre nuestro gato tendrá que tener agua limpia y fresca a su disposición.

Rutinas de alimentación de los gatos

•         Sí a un gato le suministras la comida a una determinada hora, al tercer día ya lo toma como una rutina a seguir. Tenemos que ser conscientes que el estómago de los gatos es pequeño por lo que comen varias veces al día.

•         A tu felino le gusta la intimidad a la hora de comer, así que mejor déjale tranquilo.

•         Su comedero debe estar siempre limpio. A los gatos no les gusta tener restos de comida (sobre todo si es húmeda) en el plato donde van a comer diariamente.

•         No sucumbas a sus «maullidos varios y teatrillos» con los que quiere chantajearte si la comida a la que es has decidido cambiar es una alimentación equilibrada y de calidad.

Sabemos que esto es difícil, sobre todo cuando ponen cara de «me estoy muriendo de hambre», pero forma parte de su personalidad hacerte saber que no está de acuerdo con que quieras cambiar sus hábitos.

 Buscarán todos los recursos necesarios a base de maullidos y gestos para hacértelo saber.

Recomendaciones
  • Si tu gato se deja comida en el centro del comedero puede ser por una razón muy sencilla y es porque ese comedero le resulta incómodo. Los bigotes de los gatos son extremadamente sensibles, y les sirven para interpretar las señales de su alrededor. Si constantemente se da con ellos en el comedero, no le gustará. Es mejor que le compres un comedero bajo, ancho y no demasiado alto.
  • Si vas a darle lata y la tienes en la nevera, no le resultará atractiva. Espera a que se caliente un poco o dale un minuto en el microondas para que recupere sabor.
  • Si te sobra lata y quieres dejarla para dársela más tarde, echa un poquito de agua hasta que se cubra para que no se reseque.
  • Si vas a cambiarlo de alimentación, lo mejor es que vayas paso a paso. Del primer al tercer día en el caso de alimento seco puedes dar un 25% del nuevo y el resto del antiguo alimento. Del cuarto al sexto día puedes mezclar 50% antiguo y 50% del nuevo. Del séptimo al noveno día, suministra 75% del nuevo alimento y un 25% del antiguo. Al décimo día ya estará tomando la alimentación por la que te has decantado.
  • Tapa bien su comida para que no pierda propiedades y mantenlo en un lugar seco a salvo de cambios de temperatura.

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