Ya no es muy raro ver un gato con correa. Pero, ¿es bueno llevar al gato con correa?
Muchos están experimentando de llevar su gato afuera de casa, paseándolo y para que descubra otros lugares en toda seguridad, o para que el también haga un poco de ejercicio físico lógicamente sin el miedo que se pueda fugar a la primera.
Pero, ¿es bueno llevar al gato con correa?
¿Podría sufrirlo?
¿Con qué problemas podemos enfrentarnos?
Ya no es tan raro cruzarse con personas que llevan al gatito en brazos o con correa. Esto es particularmente sorprendente, porque sabemos que los gatos son animales a los que les encanta estar tranquilos, son muy libres y poco tratables. Sin embargo, a menudo sucede verlos caminar con correa y de ahí la gran pregunta: ¿es correcto colocar al gato la correa?
Gatos con correa sí o no
Y aquí la respuesta a esta pregunta viene de una de las asociaciones pro-animales más autorizadas, la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales. Los especialistas de la RSPCA generalmente no recomiendan el uso de correa para pasear al gato . De hecho, a diferencia de los perros, los gatos no son muy sociables. Además, la presencia de olores y ruidos extraños podría generar estrés en el animal. Por no hablar del encuentro con otros animales, como los perros, que pueden ladrar y asustarlos.
No obstante, hay casos en los que se puede intentar acostumbrar al gato a ir con correa para que pueda visitar con seguridad las zonas aledañas a la casa, como el jardín o el patio. Si bien no se recomienda encarecidamente sacar al gato a pasear por la calle o por el parque.

Correa sí solo si…
En algunas situaciones, la correa puede ser útil y ayudar al gato a conocer el entorno de la casa sin correr el riesgo de que se escape. ¡Algunos gatos, de hecho, tienen una propensión particular a explorar el exterior y puedes notar en ellos un deseo particular de saltar y tener una buena aventura! Sin embargo, no todos los jardines están bien aislados, con mallas o paredes altas, y saltar la valla puede acabar siendo una tragedia.
Este deseo puede ser particularmente fuerte en gatos que han crecido al aire libre o en aquellos que no han sido castrados. En estos casos, entonces podría intentar acostumbrarlo a la correa para introducirlo en las zonas exteriores adyacentes a su casa, dejarlo oler la naturaleza y jugar con plantas e insectos. Pero tenga cuidado con las plantas que son venenosas para los gatos.
Dado que el gato entraría en contacto con un ambiente sucio donde viven otros animales, debes asegurarte de que tenga todas las vacunas al día. También se recomienda el uso de repelentes de pulgas y garrapatas.
Por último, es mejor evitar sacar a gatos que hayan crecido en el interior y no tengan intención de salir. Si son tan felices, ¿por qué molestarlos? Si queremos que se mueva un poco, ¡hay tantas maneras de entretener a un gato y hacer que juegue!
¿Qué tipo de correa para gatos?
Evite absolutamente las correas de cuello. No son adecuados y son peligrosos. Ambas porque el gato podría escapar consiguiendo sacar la cabeza del collar. Tanto porque podría atragantarse. Lo mejor es utilizar un collar tipo arnés, específico para gatos.
Cómo acostumbrarlos de manera respetuosa
A los gatos no les gustan las constricciones y sabemos que son muy libres y poco dispuestos a entrenar. Sin embargo, puedes intentar familiarizar al gato con correa con el juego. Sabemos que a estos pequeños peludos les encanta jugar a atrapar los hilos. Entonces podrías empezar así y luego dar algunos pequeños premios. Posteriormente, cuando el gato ya haya dejado sus olores en la correa, puedes intentar que se la ponga en casa. Cuando veamos que el gato está tranquilo entonces se puede llevar al jardín. Una vez de regreso, será bueno darle algo bueno de comer para premiarlo y estimular una asociación positiva con el evento.

Cómo comportarse una vez fuera
Es importante recordar que el gato, a diferencia del perro, no sigue al dueño. Una vez fuera, hay que mimarlo y dejar que huela y explore el entorno. No hay que tirar de él o tirar de él para que camine por donde queremos, porque no le gustará, podría lastimarse.
Si tenemos que caminar para llegar a un lugar, lo mejor es recogerlo y dejarlo ir solo cuando estemos seguros de que tiene la tranquilidad de moverse a su antojo.
Las primeras salidas deben ser cortas, para evitar un fuerte estrés. Así que una vez en casa, recompénsate y relájate.
Por último, si es cierto que el gato puede tener la necesidad o la curiosidad de ir al jardín, en lugar de la correa, lo ideal sería equipar el patio con una valla adecuada. En este caso debe tener más de dos metros de altura y techos que sobresalgan hacia dentro para evitar que salte la valla. De esta manera, puede pasear con seguridad sin riesgo de perderse.