En el fascinante mundo de las mascotas, los gatos han despertado curiosidad durante siglos. Entre sus enigmáticas conductas, el movimiento de sus orejas ha sido objeto de interrogantes.
En este artículo, exploraremos en los gatos lo qué está detrás de este comportamiento aparentemente simple pero sorprendentemente complejo. Acompáñanos en este recorrido por el universo auditivo felino y descubramos juntos los secretos detrás de sus movimientos auriculares.
Los gatos, esos compañeros de cuatro patas que tanto nos cautivan, tienen en sus orejas no solo órganos receptores de sonidos, sino también ventanas hacia un mundo lleno de matices y comunicación no verbal. El movimiento de las orejas revela mucho más que su interés en un sonido: es una habilidad arraigada en su naturaleza que tiene fines funcionales, fisiológicos y comportamentales.
Explorando la anatomía auricular felina
Dotados de un asombroso sentido del oído, los gatos poseen una capacidad única: mover sus orejas de manera independiente. Esta característica, alimentada por treinta y dos músculos en cada oído, permite una audición direccional. En otras palabras, un gato puede girar cada orejas en diferentes direcciones, una destreza que supera las capacidades de otros seres, como los humanos y los caninos. El gato, ese ser misterioso y hábil cazador, encuentra en el movimiento de sus orejas un aliado vital. Al girar sus orejas hacia el sonido, mejora la capacidad de su agudeza auditiva en un rango sorprendente, entre un 15 y un 20 por ciento. Esta cualidad funcional se convierte en una ventaja estratégica en situaciones de caza y defensa frente a depredadores.
Comparación entre especies
La singularidad del sistema auricular felino se hace más evidente al compararlo con otras especies. Con más de treinta músculos implicados en su movimiento, los gatos pueden rotar sus orejas hasta 180 grados y percibir una amplia gama de frecuencias, desde 45 hasta 64 mil hertz. En contraste, perros y humanos tienen una capacidad auditiva más limitada, con un rango que llega a los 23 mil hertz. Este dominio auditivo felino se manifiesta no solo en la amplitud de frecuencias, sino también en la habilidad para escuchar sonidos tanto altos como bajos, superando así a otros seres vivos.

La música que resuena en su alma
El dualismo natural de los gatos, como depredadores y presas, influye en su interés por el entorno sonoro que los rodea. Si bien aprecian la música, su preferencia recae en composiciones que evocan armonías y ritmos similares al ronroneo maternal. Una investigación realizada por la Universidad de Wisconsin, publicada en Applied Animal Behavioral Science, ha ido al descubrimiento de la música que más les gusta a los gatos, estableciendo que a los felinos les gusta la música clásica sí, pero aman más las composiciones musicales específicas de su especie ricas en armónicos, con ritmos que imitan ronroneos y recuerdan la succión de la leche materna. Y lo mismo ocurre con los vídeos.
El lenguaje de las orejas
Las orejas de los felinos hablan, y lo hacen con elocuencia. Su posición revela emociones y estados de ánimo. Orejas erguidas y hacia adelante indican tranquilidad, mientras que orejas hacia atrás durante el olfateo son involuntarias. En cambio, orejas hacia los lados sugieren tensión y alerta. Una posición plana denota ansiedad o defensa, mientras que hacia atrás expresa ira o profundo estrés. Interpretar estos movimientos auriculares es clave, pero observar también su postura general, vocalización y comportamiento completa el cuadro.
El sexto sentido felino
El asombroso sentido auditivo de los gatos se fusiona con su sexto sentido: una sensibilidad única a las vibraciones y al tacto. No solo escuchan, sino que sienten el mundo a su alrededor. Desde los vibrisas hasta las orejas, este sistema extraordinario los conecta con su entorno tridimensional. La importancia del oído interno como centro de equilibrio resalta aún más su destreza, permitiéndoles desafiar las leyes de la gravedad en sus acrobacias cotidianas.

En el enigmático reino de los gatos, las orejas en movimiento desvelan una parte esencial de su ser. Más allá de la mera audición, estos órganos revelan un sistema de comunicación, una conexión con la música y un reflejo de emociones profundas.
Desentrañar los secretos detrás de sus oídos, desvelamos una faceta más de estos intrigantes compañeros, recordándonos que, en su mundo, cada oreja en movimiento es una historia por contar.