Si compartes tu hogar con un gato, seguramente has notado lo curiosos que son y cuánto les encanta explorar su entorno. La mesa, desde su perspectiva felina, es un objeto de gran interés.
La curiosidad del gato es sin fin, por esto que para satisfacer su conocimiento busca de subirse más arriba para dominar y ver desde otras perspectivas, como por ejemplo sobre una mesa.
Para el gato una mesa de cocina o de sala no solo sostiene cosas que para el son invisibles desde el suelo, sino que también les ofrece una vista privilegiada de su “reino”.
Los gatos son animales territoriales por naturaleza, y subir a lugares elevados, como la mesa, puede ser una forma de marcar su territorio o afirmar su presencia y autoridad. Comprender por qué tu gato se sube a la mesa es la clave para hacer que deje de hacerlo.
Una perspectiva privilegiada para tu gato
Para los gatos, la caza es algo muy serio. A pesar de que nuestros felinos domésticos están bien alimentados, conservan esa motivación natural para la caza en su ADN.
Desde su punto de vista, la mesa desempeña un papel importante, ya que les proporciona una vista más amplia de lo que sucede a su alrededor. Esto entrena su instinto y satisface su necesidad de control.
Si tu gato se sube a la mesa por esta razón, el juego puede ser una válvula de escape adecuada. Ofrece un entorno enriquecido con estímulos y otros lugares elevados, incluso más altos que la mesa. Esto le dará la motivación necesaria para no subirse más a la mesa.
Caza y presa

Los gatos viven en un eterno dualismo. Son cazadores habilidosos, pero al mismo tiempo, son presas codiciadas. Aunque en casa no haya depredadores que representen una amenaza, la mesa les ofrece un lugar elevado desde el cual se sienten protegidos.
Si tu gato ha comenzado a dormir en la mesa, puede ser que necesite un lugar donde se sienta seguro, como una plataforma con una cama o una caja. Si tu gato parece estar constantemente asustado, alerta o estresado, esto podría deberse a una falta de socialización o a otros problemas de comportamiento.
Buscando un bocadillo
Si tu gato ha aprendido que la mesa es un lugar donde puede encontrar comida o golosinas fuera de sus comidas regulares, es posible que suba a la mesa en busca de restos o para pedirte comida.
Algunos gatos son exigentes, pero también muy curiosos, lo que puede llevarlos a meter el hocico en cualquier lugar, incluso en la mesa.
Si tu gato sube a la mesa en busca de comida, además de alejarlo, debes prestar atención a lo que dejas desatendido: no todos nuestros alimentos son adecuados para un felino.
En busca de atención
Algunos gatos se suben a la mesa para llamar la atención de sus dueños o para recibir caricias. Lo hacen porque, de alguna manera, los hemos entrenado para hacerlo, de forma inconsciente.

Tu peludo amigo sabe que reaccionas cuando se sube a lugares donde no debería, y este comportamiento podría haber desencadenado una especie de refuerzo positivo, por lo que sigue haciéndolo para obtener tu atención. A pesar del mito común de que los gatos son animales fríos y distantes, algunos son más sociables y expresivos que otros, llegando a buscar afecto humano por sí mismos.
Acariciar a tu gato, jugar con él y pasar tiempo juntos ayuda a construir una relación de amor y confianza. Para hacer que deje de subirse a la mesa, debes prestarle más atención en otros lugares.
Causas y estrategias
Es posible que tu gato haya desarrollado este comportamiento si no ha sido corregido o desalentado con el tiempo, y ahora lo hace simplemente por costumbre.
Además, la mesa podría ser un lugar soleado y cálido, lo que lo motiva a dormir allí. O también podría hacerlo porque te extraña cuando no estás en casa.
Aunque se hable poco de ello, los gatos también pueden experimentar ansiedad por separación, lo que los lleva a realizar comportamientos inusuales o buscar constantemente tu olor.
Para manejar el comportamiento de tu gato y evitar que se suba a la mesa, puedes utilizar diferentes estrategias de entrenamiento. Sin embargo, recuerda que es importante comprender por qué está haciendo esto y responder con paciencia y amabilidad.
La manera correcta de intervenir es hacerlo en el momento exacto en que se sube, diciendo un “no” firme y volviéndolo a poner en el suelo, repitiendo esta acción cada vez que sea necesario.
Hay diversas razones que podrían explicarlo, y la clave para hacer que deje de hacerlo es entender por qué lo hace y actuar en consecuencia. A través de juegos, atención y, si es necesario, un adiestramiento suave, puedes ayudar a tu gato a adoptar comportamientos más adecuados en casa y a mantener una convivencia armoniosa.
Recuerda que la paciencia y la comprensión son esenciales para fortalecer tu vínculo con tu felino y lograr que deje de subirse a la mesa.