Los misterios detrás del vómito felino

Para el gato, vomitar en diferentes lugares o en situaciones de lo más normales no es ningún problema. Pero para nosotros, entender por qué sucede esto es todo un misterio.

Si tuvieras un compañero de cuarto que vomita regularmente en la alfombra de tu casa, probablemente estarías preocupado por su salud. Y lo mismo deberías hacer si ese compañero de vida es tu gato.

Aunque para muchos humanos esta condición sea una especie de “normalidad”, algo que sucede con cierta frecuencia y que no genera mayor preocupación si no va acompañado de otros síntomas.

Nunca llegamos a comprender por qué nuestro gato vomita tantas veces sin estar enfermo o sin sufrir de algo en particular. Por esta razón, podemos considerarlo como un misterio. ¿Pero de verdad será así?

Ahora vamos a profundizar en este tema, acercándonos más a la realidad.

No subestimes los episodios

Es posible escuchar a tu gato tener arcadas sin mayores consecuencias, o encontrar manchas de líquido por la casa. Pero nunca es completamente normal que un gato vomite con frecuencia.

Si esto ocurre una vez por temporada, podría considerarse tolerable. Sin embargo, si sucede al menos una vez al mes, es urgente una visita al veterinario, ya que, en la mayoría de los casos, lo que llamamos vómito podría ser algo más. Solo un experto puede evaluar adecuadamente la situación.

Cuando se trata de bolas de pelo

La causa más común de las arcadas son las bolas de pelo. Los gatos sanos pasan entre el 30 y el 50 por ciento de su día acicalándose y gran parte del pelo que mudan termina en sus estómagos.

Por lo general, este pelo atraviesa su sistema gastrointestinal y se elimina en sus heces. Cuando esto no ocurre y el pelo queda atrapado en algún lugar a lo largo del camino, obtienes una bola de pelo que se elimina a través del vómito.

Usualmente puedes notar pelos en los jugos gástricos o un mechón de pelo en la saliva. En una población felina sana, el 10 por ciento de los gatos de pelo corto y el 20 por ciento de los gatos de pelo largo tendrán una bola de pelo dos o más veces al año, y puedes consultar a tu veterinario sobre cómo prevenirlas.

Sin embargo, las bolas de pelo también pueden ser un signo de algo más serio, y si ocurren con más frecuencia, podría ser un síntoma de un acicalamiento excesivo o un problema gastrointestinal subyacente.

Si el gato tiene tos

Otro “gemelo” del vómito es la tos. Un gato que tose parece que está vomitando, pero lo que sale es solo saliva o mucosidad. Esto se debe a que, con el esfuerzo, el estómago de un gato bombea dentro y fuera como si estuviera vomitando, pero no sale nada de ahí.

Luego está el regurgitar.

Mientras que el vómito es un proceso activo en el que el abdomen se contrae para expulsar el alimento del estómago, el regurgitar es pasivo. En este escenario, la comida que aún no ha llegado al estómago simplemente retrocede. Esto también podría deberse al hecho de que algunos gatos comen muy rápido.

Vómito crónico y pica

Las enfermedades gastrointestinales y el vómito son una de las principales razones por las que una mascota visita al veterinario. Por lo tanto, podemos decir que este problema es bastante común.

Algunos gatos también pueden desarrollar un vómito crónico que los lleva a vomitar regularmente durante más de tres semanas, y esto a menudo está relacionado con la alimentación, una intolerancia o una alergia alimentaria.

Pero los mismos síntomas también pueden ser causados por la ingestión de objetos extraños: hay gatos que comen de todo, o al menos lo intentan. Algunos no pueden resistir mordisquear cables y cintas, plástico u otras cosas no comestibles. Y aunque no necesariamente quieran comerlos, por curiosidad podrían ingerirlos accidentalmente. Si el vómito es recurrente por esta razón, podría tratarse de picacismo.

El diagnóstico adecuado

La intervención del veterinario es crucial para identificar la causa subyacente del vómito y establecer un plan de tratamiento adecuado. Un diagnóstico correcto puede requerir análisis de sangre, análisis de heces, radiografías o ecografías, según los síntomas y las condiciones del gato. Pero también es importante observar detenidamente el comportamiento de tu amigo peludo, monitoreando cualquier cambio en el apetito, la sed, la actividad física o el peso corporal.

Solo enfrentando el problema a tiempo se pueden prevenir las complicaciones y garantizar el bienestar a largo plazo de tu gato.

El vómito felino es un fenómeno que puede tener múltiples causas, desde algo tan común como las bolas de pelo hasta problemas más serios como enfermedades gastrointestinales.

Es crucial prestar atención a estos episodios y buscar la orientación de un veterinario para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

Al comprender mejor las razones detrás del vómito de nuestros felinos, podemos brindarles el cuidado que necesitan.

Recuerda, nuestro compromiso con la salud y el bienestar de nuestros amigos peludos es fundamental para mantener una relación feliz y armoniosa con ellos.

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