Los gatos muerden de todos, incluidos nosotros. Si claro les encanta que los abracen, lo apachurren, lo acaricie, pero a menudo responden con arañazos y mordiscos.
Pero, ¿por qué los gatos muerden?
Todos sabemos que los gatos muerden a veces a sus mismos dueños.
¿Alguna vez nos ha pasado que nuestro gato, mientras estaba acurrucado en nuestras piernas y aparentemente estaba feliz de que lo acariciábamos, de repente se volteó y te mordió? O te metió una arañada con sus uñas.
Este comportamiento no es tan raro, pero intentemos entender por qué los gatos muerden mientras los acaricias.
¿Por qué mi gato me muerde? Las posibles explicaciones
En la base de este comportamiento hay varias explicaciones, más o menos fiables y realistas, que obviamente se declinan según el caso.

Para comprender por qué los gatos muerden durante los abrazos, considere que este comportamiento podría ser desencadenado por:
Enfado
Al ser un animal muy independiente, es posible que el gato no agrade una sesión demasiado larga de mimos y por tanto tras un breve e inicial placer, empiece a sentir enfado.
Control
El gato puede querer mantener el control de la situación y no parecer demasiado vulnerable bajo los tiernos dedos del dueño.
Errores educativos
Algunos estudiosos creen que los gatitos separados de su madre demasiado pronto pueden volverse más reacios a recibir los mimos de los adultos.
Estrategia
El objetivo en este caso sería confundir al dueño, mezclar las cartas sobre la mesa para que no entienda lo que realmente quiere. Una especie de mecanismo instintivo de autodefensa contra los depredadores.
Juego
A veces los gatos arañan y mordisquean solo para jugar, para interactuar con nosotros de manera amistosa. Un gato que juega es un momento de intimidad como los abrazos, no se excluye que simplemente quieran divertirse.
¿Qué hacer para que un gato no muerda?
Sea cual sea el motivo real, lo importante es recordar siempre no reaccionar de forma violenta o agresiva hacia el gato.
Esta actitud no solo podría arruinar la relación con tu mascota, sino producir el efecto contrario, excitando aún más al gato y provocando que rasque y muerda aún más.
- Si notas que tu gato ya no quiere que lo acaricien, es mejor que te detengas y lo dejes solo, quizás en compañía de un lindo juguete.
- Cambia su atención a otra cosa, en lugar de morderte los dedos juguetonamente. Haga rodar una pelota por el suelo o cuelgue un juguete de una cuerda, asegurándose de que todos en la casa sigan este comportamiento para evitar confundir al gato.
- Evite los puntos sensibles. Hay algunos gatos a los que no les gusta que les acaricien la cara, las patas o la barriga. Si se estremece o comienza a morder cuando lo tocas en un lugar específico, entonces podría ser que esté lastimado. Si esto continúa, comuníquese con su veterinario de inmediato.
- Aprenda el lenguaje corporal de su gato. Si, por ejemplo, ronronea mientras lo acaricias, pero también empieza a mover las orejas, a mover la cola o intenta huir, entonces deja de tocarlo porque podría estar sobreexcitado y empezar a morderte o arañarte.
- Dale un respiro, aléjalo si se agita demasiado.
Incluso si tu gato te muerde mientras lo acaricias, recuerda que está mal negarle atención en general. ¡Solo tendrás que conocer bien sus señales y comprender dónde y cuándo es el momento de abrazar!
Seguro tu gato no perderá tan fácilmente la costumbre de morder o arañar, pero podrás tener más cuidado en su comportamiento y no recibir una atención muy dolorosa da tu amado gato.