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La raza de gato Ocicat

Con un felino de la raza de gato Ocicat tendrás una compañía encantadora en casa

La raza de gato ocicat debe su nombre al del majestuoso gato salvaje ocelote, aunque no proviene de un cruce con este felino. El ocicat es un gran desconocido en el mundo de las razas gatunas. Se trata de un gato aventurero, maullador y hablador, muy inteligente al que le encanta la exploración. 

Tras la elegancia de este minino se esconde un animal de compañía encantador que sabe adaptarse a la vida en interiores, siempre y cuando esté adecuado a sus necesidades.

Los orígenes de la raza de gato Ocicat

Esta raza de gato se parece mucho al ocelote salvaje. Y esto se debe a los cruces que se realizaron entre diferentes gatos hasta lograr el físico que buscaban como el manto moteado tan representativo del ocicat.

La historia de este animal es muy reciente. En el año 1964, una criadora de Estados Unidos realizó un cruce entre un gato siamés y una gata mestiza de siamés y abisinio. El resultado del cruce fueron cachorros tabby point, similares en apariencia al ocicat que conocemos hoy en día. Así, durante algunos años se cruzaron ejemplares de razas como abisinios, siameses, orientales, mau egipcios y americanos de pelo corto hasta conseguir la morfología y tipología que se buscaba.

Una vez obtenida se potenció a través de algunos cruces más, y fue en 1988 cuando oficialmente se dio a conocer la raza ocicat y cuando también se reconoció como tal. Para entonces, los ejemplares de ocicat estaban muy extendidos en los Estados Unidos, pero todavía tardaron en dar el salto a Europa y a otras regiones.

Aunque el aspecto de esta raza de gato sea el de un animal salvaje en miniatura, su creadora no tenía intención de que su carácter siguiera el mismo camino. De hecho, procuró todo lo contrario, conseguir un gato muy sociable y fácil de tratar a pesar de su fiera apariencia. Y así es el ocicat, un gato extremadamente cariñoso y afectuoso que demanda muchas atenciones y detesta la soledad. Tampoco se trata de un gato al que le guste estar en el exterior, prefiere la tranquilidad de las casas, por eso es ideal como mascota.

Mirando de cerca

El ocicat posee un pelaje suave, fino y corto, y un patrón de pelaje muy parecido al del ocelote salvaje, Tiene una complexión fuerte con patas robustas y musculosas, y a la vez presume de un porte atlético muy elegante. Su cabeza es ancha y tiene forma de cuña (herencia del gato siamés oriental) con unas orejas grandes y anchas, y unos ojos ligeramente rasgados. 

Un gato encantador

Por su ascendencia siamesa, el ocicat es un gato especialmente “hablador”.

Su carácter es fuerte, activo, juguetón y curioso, además de muy inteligente. Se trata de gatos juguetones, cariñosos y activos. Sí, es un gato muy inteligente y despierto que disfruta mucho de los juegos interactivos. Se dice además que es uno de los gatos que mejor sabe abrir las puertas e incluso cerraduras con pestillo

El ocicat es un gato lleno de energía, por eso es muy recomendable que disponga de un árbol para gatos amplio y elevado para que pueda saltar y trepar (es un trepador nato). También es muy aconsejable que pueda compartir espacio con otro gato, pues se sentirá más tranquilo y menos inquieto. Se trata de un gato muy sociable con sus congéneres, especialmente con los gatitos jóvenes a los que cuidará como si fueran propios. Y se sentirá también muy a gusto con el perro de la familia.

Tiende a llevarse muy bien con niños y con personas de todas las edades. Suele mantenerse sereno, pero también tiene picos de actividad, así que deberá gastar parte de esa energía mediante juegos apropiados para evitar comportamientos no deseados sobre muebles o cortinas. Para conseguir un animal equilibrado, lo más importante es entender sus necesidades y su carácter, aunque a veces pueda resultar complicado.

Unos datos curiosos

  • Es una raza que tiende a maullar con mucha frecuencia. Se recomienda tener en cuenta este dato antes de adquirir un ocicat como mascota porque para muchas personas supone un problema difícil de soportar, y es un rasgo que difícilmente podrá corregirse.
  • Es una de las razas felinas que más puede variar en tamaño, y es que se han encontrado ejemplares desde los dos hasta los ocho kilos de peso. El estándar no marca límites ni en cuanto al mínimo ni al máximo, así que cualquier peso es admitido.
  • También es uno de los gatos que más llama la atención por su aspecto físico y belleza, de ahí que el número de ejemplares no haya dejado de aumentar en los últimos años.
  • El ocicat es uno de los gatos más fieles que existen, de ahí también parte de su popularidad.

Recuerda que los animales vendidos en tiendas o a través de particulares no disponen de ninguna garantía de su procedencia. De modo que, si quieres un ocicat en tu vida, localiza en primer lugar un criador especializado y con buenas referencias. De esta forma, tendrás un cachorro con todas las garantías de salud, y podrás recibir además información privilegiada acerca de su comportamiento y de los cuidados que requiere.

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