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Errores que no debes cometer con tu gato (parte 1)

Errores que no debes cometer con un gato. Las cosas que lo hacen enojar y las cosas que más odia. Cosas que no se deben hacer y cómo comportarse.

Es tan tierno, hermoso, pequeño y delicado. El deseo de acariciarlo es irresistible, pero a medida que la mano se acerca, esa suave patita se convierte en un arma afilada que ‘zac’ cumple su misión de ataque con un certero rasguño. Una escena que suele repetirse cuando se trata de gatos. Pero ¿por qué sucede esto? A menudo porque no nos comportamos de la manera correcta. De hecho, es fundamental saber que hay cosas que nunca debes hacerle a un gato, comportamientos en los que nunca debes participar y cosas que el gato odia.

En un análisis superficial, hacen parecer el gato menos devoto y menos cariñoso que el perro. En realidad, el gato ama profundamente a sus dueños, pero lo hace a su manera.

Intenta entrenar al gato.

El gato no es un perro, no se puede entrenar y esperar que obedezca órdenes. No puedes ni debes castigarlo porque no responde cuando lo llamas, y mucho menos traer la pelota de vuelta. A diferencia del perro que se somete totalmente a su amo, aunque lo maltrate, el gato busca una relación más igualitaria. Ofrece amor y lo quiere a cambio. Si no tiene ganas de hacer algo, simplemente no tienes que obligarlo a hacerlo. Tienes que dejar que siga su inclinación, no la tuya.

No entender sus necesidades.

Ten en cuenta que para un gato un árbol o una librería son idénticos. Un gato, obviamente, no puede entender qué diferencia hay entre una cama donde quizás duerma y una mesa puesta donde no lo dejes levantar. Pero si el felino muestra la necesidad de trepar, correr y descubrir, será necesario que crees un entorno adecuado para él. Eso es poner algunas cajas y estantes para que pueda divertirse y escalar con seguridad.

El descanso del gato

Gritar al gato.

El gato es extremadamente sensible a los ruidos y los gritos lo asustan mucho. No solo no entenderá nada sobre el posible error por el que estás gritando, sino que solo se pondrá más nervioso y asustado. Además, si la conducta de gritarle o en todo caso gritarle se repetirá tanto te considerará una amenaza y tenderá a defenderse de ti.

No dar la comida adecuada.

El gato necesita comer más húmedo que seco. Esto se debe a que originalmente extraía los líquidos necesarios de las presas en lugar de beber directamente, por lo que para su salud es recomendable preferir un tipo de alimentación muy húmedo.

No olvide el agua.

¿Estás enfadado porque tu gato se sube al fregadero o sale del bidé para beber? Bueno, la culpa es tuya. Sí, porque una de las necesidades del agua es tener agua fresca y no estancada. Por eso, más que cambiar el agua del cuenco, sería recomendable poner un cuenco fuente para que el gato siempre tenga agua corriente para beber.

La limpieza.

El gato es un animal muy limpio que dedica mucho tiempo a acicalarse. Ese tiempo es necesario para su salud física y mental. Así que, antes que nada, nunca lo interrumpas mientras se está limpiando, lo tomaría como una interferencia grave y un acto de intimidación. Y no hay por qué sentirse mal si después de haberlo acariciado se limpia inmediatamente: quiere que su olor se quede en su cuerpo.

No limpies la caja de arena.

Mantener limpia la caja de arena debe ser un hábito diario. Los gatos son muy sensibles a los olores y tener la caja de arena sucia los pone nerviosos e impacientes. Esto podría llevar a hacer sus necesidades en otro lugar: un poco por necesidad, un poco para hacerte entender su necesidad. No debes descuidarlos.

AQUI la segunda parte, con mas cosas que no debes hacer a tu gato.

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