Observando un gato cómodamente durmiendo en el sofá, es fácil olvidar que es un felino, y que los de su especie, en la naturaleza, cazan para comer.
El cuerpo de un gato, está diseñado para cazar. Los gatos son flexibles, livianos para saltar y atrapar presas en el aire. Tienen poderosas patas que les permiten correr a gran velocidad distancias cortas. Sus ojos están adaptados para detectar movimientos aún en ambientes con poca luz. Poseen un oído privilegiado con orejas que giran para captar mejor el origen de los sonidos y una coordinación y reflejos asombrosos.
Por Javiera Paz
RENAGAP World Cat Federation
-Perú-
¿Qué es lo que queremos decir con esto?
Sencillamente, que los felinos cazaban antes, mientras que hoy con una tierna mirada consiguen que su plato esté siempre lleno de comida.
En consecuencia, es absolutamente necesario que nuestro gato se ejercite para mantener un peso adecuado y un buen estado de salud. Y como no salen a pasear como un perro, la mejor manera de ejercitarlos es jugando.
Estudios serios determinaron que, en la naturaleza, el gato pasa el 17% del tiempo cazando. Entonces, un gato casero que no necesita cazar para comer, debería pasar ese mismo tiempo jugando para mantenerse saludable y equilibrado.
El juego es bueno para la salud.
Es muy importante saber que jugar, además de ser muy bueno para la salud física del gato, es también muy bueno para su salud mental y emocional.
Al jugar, además de ejercitar sus músculos, pone en actividad su mente, estimula su capacidad de concentración, de alerta, de reacción.
Lo que ayuda a prevenir el Síndrome de Disfunción Degenerativa que afecta a los gatos en su etapa adulta (mayores de 7 años) y que disminuye sus habilidades cognitivas.
El juego disminuye el estrés.
En términos emocionales, un gato que juega estará más relajado no presentará conductas problemáticas como el excesivo arañado, micciones fuera de la caja de arena, comer plantas, botar los adornos, etc.
Cuando jugamos con nuestro gato, idealmente todos los días a la misma hora, el vínculo de afecto se fortalecerá y nuestro gato esperará con ansias la hora de juego.
Gatitos bien socializados desde pequeños, que tuvieron la oportunidad de jugar con sus hermanitos más de 2 meses, aprenden a regular muy bien la violencia al jugar. Escondiendo las uñitas y mordiendo suavemente sin representar peligro al jugar con los niños.
Cuando hay más de un gato en casa, el tema del ejercicio está resuelto porque dos se divierten jugando entre sí. Pero cuando se trata de un gato, nuestra tarea será fomentar el juego
¿Y cuál es el juguete ideal?
Tipo caña de pescar
Juguetes tipo caña de pescar se cuentan entre nuestros preferidos y de los gatos también porque podemos estar cómodamente sentados mientras nuestro gato sigue a la presa.
Pelotas y colgantes
Disponer de pelotitas o elementos colgantes para que el gato pueda jugar solo también son adecuados porque es más divertido y gratificante el juego entre dos.
A la búsqueda de soluciones
Podemos también crear juguetes que estimulen la capacidad para resolver problemas.
Por ejemplo, dentro de una botella de gaseosa tapada, bien limpia, y con agujeros, colocamos alimento para que nuestro gato gire la botella o meta sus manitos lo saque y se lo coma.
En los pet shops hay una gran variedad de juguetes para distintos tipos de actividades.
Dejar una o dos semanas un juguete disponible y luego guardarlo para que juegue con otro evitará que se aburra de usar siempre el mismo.
Y lo más importante, recordemos que el juego del gato consiste en cazar, por ello no es recomendable abusar de la luz láser, ya que el gato nunca logrará atraparla.
Con los juegos tipo caña de pescar, debemos permitir que, de tanto en tanto, logre atrapar la presa para no frustrar o desmotivar a nuestra mascota a seguir jugando.
¡Vamos a jugar con nuestro gato! El relax será para él y para nosotros también.