Para los gatos, observar peces moviéndose en un acuario es un irresistible llamado que despierta su curiosidad hacia estos animales que nadan libremente pero que no pueden tocar.
El atractivo de un acuario para un gato es algo muy especial, que lleva su curiosidad a nivel extremo. Sin embargo, para evitar malas experiencias, es esencial tomar las precauciones adecuadas para permitir que tus peces y tu gato convivan en armonía.
Depredador y presa
Ya sean grandes o pequeños, los gatos comparten el instinto de caza. Esto explica por qué incluso un gato doméstico y asustadizo podría aparecer en casa con un ratón o un pajarillo en sus garras. Del mismo modo, los peces son increíblemente atractivos para ellos.
El hambre y el instinto de caza son controlados por dos partes distintas del cerebro de los gatos. Por lo tanto, no bastará con un plato de comida más abundante para saciarlos.
Los movimientos fluidos de las criaturas que habitan en el acuario pueden fascinar al gato durante horas. Sin embargo, su único pensamiento será encontrar una manera de entrar en acción y obtener la inusual presa.
A prueba de gatos
Para proteger a tus peces, primero necesitas un acuario a prueba de gatos. La clásica pecera con un pez dorado debe evitarse por completo, ya que no hay ubicación que pueda disuadir a tu gato de meter la pata en ella.
La idea común de que a los gatos no les gusta el agua no es cierta, por lo que incluso un acuario grande y profundo no garantiza la seguridad, ya que tu gato podría intentar una emboscada, caer dentro y no poder salir.
Por lo tanto, a menos que el acuario esté ubicado en una zona de la casa inaccesible para el gato, debes evitar las peceras abiertas y optar por las que tienen una tapa dura incorporada, capaz de proteger tanto a tus peces como a tu peludo amigo.
Nada de bricolaje
Dado el poder, la astucia y la fuerza con la que un gato puede saltar, colocar un acuario en un estante alto o en un saliente no necesariamente evitará que lo alcance. Es importante que el acuario esté bien anclado y en una ubicación segura y conveniente, ya que incluso el gato más delgado podría derribarlo y romperlo. Además, es fundamental evitar las cerraduras caseras que podrían ser fácilmente eludidas o incluso romperse bajo las patas del gato.
Dispositivos de disuasión ingeniosos
Existen técnicas para disuadir a tu gato de acercarse al acuario o al estante donde se encuentra la comida de los peces. En el mercado encontrarás varias soluciones, pero las más comunes incluyen el uso de cinta adhesiva de doble cara y láminas de aluminio.
A los gatos no les gustan estos materiales, pero su uso podría convertirse en un nuevo desafío para el gato en su búsqueda por superarlos.
Algunos también recurren a aerosoles de feromonas, pero tampoco hay garantía de la seguridad de tus peces en este caso.
Otra opción popular es distraer al gato con un acuario virtual, lo que lo hará menos interesado en el acuario real o en otras imágenes curiosas. Existen aplicaciones específicas y videos de entretenimiento diseñados especialmente para gatos, basados en el concepto de que cuando un felino está mentalmente estimulado, es menos probable que se meta en problemas.
Pero a la base de todo, está lo conocer el carácter de tu felino. Cada gato desarrolla su personalidad y como las personas, los gatos también tienen diferentes rasgos propios de carácter. Esto ayudará a escoger la mejor forma de actuar con el para evitar mayores riesgos.