El gato que vive en departamentos a menudo tiende a sobrepeso debido a la falta de espacio y estímulos adecuados para una actividad física normal. Vamos a resumir los consejos básicos para ayudarles a recuperar la figura adecuada.
¿Cómo darnos cuenta si nuestro gato está con sobrepeso? ¿Y qué hacer para ponerlo en forma? Dentro de las paredes de nuestra casa, los gatos tienden a volverse perezosos y terminan moviéndose poco. La falta de espacio y estímulos adecuados limita su actividad física y esto afecta negativamente su bienestar, tanto emocional como físico.
Cuando su cintura se ensancha, pueden surgir problemas como la diabetes y trastornos urinarios. Además de la actividad física reducida, la alimentación también juega un papel clave en el mantenimiento del peso, especialmente en el caso de los gatos esterilizados cuyo metabolismo tiende a ralentizarse.
Aquí hay una serie de sugerencias para ayudar a nuestros amigos de cuatro patas a conservar una línea envidiable y una buena salud.
¿Cuándo un gato está con sobrepeso?
Los parámetros de medición del peso felino son muy diferentes de los humanos. En el caso del gato, incluso unos cuantos gramos de más pueden marcar la diferencia: depende principalmente del tamaño inicial del animal.
Un gato se considera con sobrepeso si pesa al menos un 10% más que su peso ideal, pero se vuelve obeso cuando la proporción supera el 20%. Pongamos un ejemplo práctico: si un gato que debería pesar 4 kg pesa 4,5 kg, está con sobrepeso. Si pesa 5 kg, ha superado el umbral de la obesidad. Con el tiempo, variaciones aparentemente insignificantes pueden afectar seriamente su salud, por lo que es fundamental no subestimarlas y someterlo frecuentemente a la “prueba de la balanza”.
Cómo detectarlo al tacto
Una forma empírica de saber si nuestro gato está con sobrepeso es palparle las costillas. No se deben ver los huesos, pero se deben sentir claramente debajo de una capa delgada de grasa. Si esta última está en exceso, será más difícil sentir las costillas al tacto, así como las vértebras. Además, se puede observar la cintura desde arriba: debería aparecer estrechada detrás de las costillas, pero no demasiado. Cuando el gato engorda, la cintura desaparece y su forma se vuelve decididamente más redonda.
Las causas del exceso de peso
¿Pero por qué un gato aumenta de peso? Las razones pueden ser variadas. Una de las más comunes es la esterilización. Después de la operación, se produce una disminución en la producción de hormonas sexuales, tanto en los ejemplares femeninos como masculinos. Esto provoca una desaceleración del metabolismo junto con un aumento del apetito. Si el deseo de comida se satisface más allá de las dosis recomendadas, la grasa corporal inevitablemente aumenta.
Una baja actividad física también se traduce a menudo en un aumento de la grasa y una reducción de la masa muscular. Los gatos domésticos a menudo no se mueven lo suficiente y la relación entre la comida ingerida y las calorías quemadas se desequilibra.
Por lo tanto, es fundamental garantizar al gato una alimentación adecuada a sus características físicas y a las necesidades relacionadas con su estilo de vida y edad. Por último, nunca se debe caer en la tentación de exagerar con las dosis diarias o, peor aún, con las muestras “extra del menú”. Pueden satisfacer al gusto y brindar una gratificación inmediata, pero resultan perjudiciales para su vitalidad a largo plazo.
Las consecuencias del sobrepeso
Si el gato está con sobrepeso o incluso obeso, su estado de salud puede enfrentarse a numerosos problemas. Nunca nos olvidaremos de repetir que el exceso de peso, de hecho, aumenta el riesgo de sufrir trastornos y enfermedades incluso graves. Los más comunes son la diabetes, el llamado hígado graso, además de problemas en las articulaciones y en las vías urinarias.
Además, los gatos fuera de forma suelen ser más intolerantes al calor, teniendo dificultades para hacer frente al calor de los meses de verano. Al ser más “pesados”, son menos activos e interesados en los juegos, tanto en solitario como con otros miembros de la familia.
Misión de puesta en forma
Cuando nos damos cuenta de que nuestro gato está fuera de forma, debemos actuar de inmediato para reintroducir hábitos saludables en su rutina diaria. Lo primero que debemos hacer es contactar a nuestro veterinario de confianza para evaluar junto con él el estado de salud del animal y establecer un camino específico que le permita al gato volver a su peso ideal de manera sana y gradual.
Será fundamental establecer hábitos alimenticios estrictos, evitando los excesos. En particular, si el gato está esterilizado, es importante optar por alimentos creados específicamente para él, eligiendo ingredientes de alta calidad.
Lo que marca la diferencia no es tanto la reducción de las porciones de comida – lo cual puede llevar a un desequilibrio nutricional y ataques de hambre si no se acuerda puntualmente con un experto – sino más bien la elección de alimentos más adecuados a las características del gato. Para los gatos esterilizados, en particular, la administración de comida adecuada es imprescindible.
Fomentar el movimiento
Por último y no menos importante es animar al gato a una actividad física. La cual resulta ser siempre una estrategia ganadora.
En lugar de verter toda la porción en el plato, se puede estimular el movimiento a través de juguetes dispensadores de comida o comederos interactivos. Además, se puede esconder la comida en varios lugares de la casa, para que el gato tenga que buscar su comida.
¿Y durante el resto del día?
¡Despierta el instinto de caza de tu gato con divertidos juegos y actividades!
Tu gato puede estar pasando demasiado tiempo holgazaneando y necesitar un impulso para mantenerse activo y saludable. ¿Cómo puedes lograrlo? Organizando sesiones de juego con pequeñas presas “falsas” que despierten su instinto de caza.
¿Cómo hacerlo? ¡Es simple! Prepara un ambiente lleno de diversión y emoción para tu gato. Proporciona juguetes como tiras de tela, pelotas y ratones de juguete que imiten presas para que tu felino pueda perseguir y capturar. Estas actividades no solo lo mantendrán entretenido, sino que también lo ayudarán a quemar esas calorías adicionales.
La clave es no exagerar
Organiza varias sesiones cortas de juego a lo largo del día para permitir que tu gato se vuelva a familiarizar con el movimiento gradualmente. ¡Recuerda que los gatos tienden a cansarse rápidamente! El objetivo es alcanzar al menos 30 minutos de actividad física distribuida a lo largo del día, pero debes ser consciente de los límites de tu gato y no forzarlo a hacer más de lo que está cómodo.