La mayoría de la gente suele decir que el agua y los gatos son como el agua y el aceite, se repelen. Lo que en cierto modo es verdad y al mismo tiempo no porque con los gatos todo es relativo.
Vemos, por ejemplo, que hay gatos que adoran jugar con una gotera y en cambio otros salen corriendo. Esto se debe a varios factores.
Por Javiera Paz
Primer factor determinante: Los gustos o la aceptación. Lo que acepta un gato se define durante sus primeros dos meses de vida. Si el gatito fue acostumbrado al agua o a los baños en ese período y su experiencia fue grata, lo más probable es que de adulto no le tema al agua y se deje bañar.
Segundo factor determinante: La raza. Así como hemos visto muchos videos de tigres felices jugando y nadando en el agua y no así otros grandes felinos como leones, en el caso de los pequeños felinos como los gatos, hay razas que gustan del agua y que incluso en su ambiente natural pescan peces, por ejemplo, los maine coon y bosque de Noruega. De hecho, están tan adaptados para meterse al agua que su pelo es impermeable con una capita de grasa que actúa a modo de aislante como cuando un pato se hunde en el agua. Dicho sea de paso, bañar a estos gatos es muy agradable porque no le temen al agua, pero a la vez es un gran trabajo lograr que el agua y el champú penetren ese pelaje impermeable.
Tercer factor determinante: Las experiencias. Las vivencias que el gato haya tenido en su vida con el agua. Con respecto al tema, hablaremos más adelante del spray educativo.
Viene el verano y a muchos les ronda en la cabeza la idea de bañar a su gato para que se refresque, quede lindo y esponjoso y para aprovechar que el calor ambiental lo seque porque otro drama mucho peor puede ser la secadora.
Bañando al gato
Si quiere intentar bañar a su gato que no tiene costumbre, considere los siguientes consejos:
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Por su seguridad, primero córtele las uñas (solamente la puntita, sin tocar la parte rosada).
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El agua debe estar bastante calientita, los gatos tienen la temperatura corporal más alta que los humanos. Le puede dar frío.
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Tenga a mano todo lo que va a necesitar: champú, toalla, cepillo, un vasito para ir enjuagando.
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Cierre bien ventanas y puertas para prevenir que el gato se escape y mantener el ambiente temperado.
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No le moje la cara, el gato se podría asustar mucho.
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No le moje las orejas, si quedan húmedas puede causar otitis.
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No meta algodoncitos o hisopos en las orejas, un movimiento del gato y se puede dañar el oído.
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Si eres su humano favorito, báñalo y convérsale con voz muy suave.
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Evite la presencia de otras personas durante el baño. Evite fotos y risas porque el gato se altera.
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Báñelo en su casa. No lo lleve a una peluquería porque siempre hay más perros que gatos y los olores y ladridos pueden asustarlo mucho. Además siempre hay demasiado ruido con las secadoras de pelo para perro que son de alta potencia.
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Hay apps con música relajante para gatos, puede intentar colocarlo mientras lo baña.
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Después del baño, un rico premio siempre es bienvenido y ayuda a mejorar la experiencia.
Siempre es recomendable acostumbrar los gatos a bañarse. Ellos no se bañan solos, ellos se lamen y se reparten su saliva por el cuerpo, pero eso no desengrasa, no desenreda y muchas veces no elimina la suciedad de la piel. A veces, ciertos problemas a la piel tienen como parte del tratamiento una cantidad de baños medicados que son un martirio si el gato tiene miedo.
Los gatos ancianos y enfermos que no se pueden lavar solos necesitan ayuda. Está demostrado que sentirse sucio los deprime y si están enfermos bajan sus defensas y es más difícil su recuperación. En estos casos es muy importante la ayuda del dueño. Bañarlo con suavidad y que se sienta limpio puede hacer una gran diferencia, siempre que el veterinario lo autorice. Si no se puede o no se atreve a bañar al gato, puede pasar un cepillo de dientes húmedo donde hay nudos o suciedad e ir secando la zona con una toalla.
Cara, hocico y ano son las partes que más agradecerá el gato que le limpies. Los felinos domésticos se lamen y eso no desengrasa, no desenreda ni elimina la suciedad de su piel. Si lo bañas, hazlo con paciencia y amor.
La gran controversia en torno al spray educativoMuchas personas creen que la mejor forma de educar a un gato cuando va a hacer algo que no deseamos es tirándole un chorrito de agua con un spray.Por ejemplo, si no quieren que el gato se suba al sofá le tiran spray con agua para “educarlo”. Esto no es correcto, primero porque para que el mensaje sea efectivo debe ser las 24 horas, es decir, cada vez que el gato intente subir al sillón, pero la gente duerme de noche, trabaja, sale, etc. Y en ese tiempo, el gato se sube igual al sofá prohibido. El spray lo único que logra es atemorizar al gato y provocarle fobia al agua.El gato puede relacionar que siempre hay una persona cerca cuando le llega el chorro de agua y va a empezar a evitar a la persona que acciona el spray.Si bañar o no bañar, es el dilema. La respuesta es sí, tiene muchos beneficios para la salud y belleza del gato. |