El conejo no ladra no maúllan y mucho menos canta. A estas alturas te estarás preguntando cómo se comunica. Estos peludos y adorables orejones se expresan a través de su cuerpo.
De modo que, si te dedicas a observar a tu conejo con atención, muy pronto podrás comprender su lenguaje corporal y hasta saber si está bien de salud o lo que siente.
¿Por qué los conejos mueven tanto la nariz?
Cuando veas que salta mientras corre, esa será, sin duda, su máxima expresión de alegría. Si se echa de lado será para regalarse un descanso profundo, entre otras cositas que le gusta hacer.
Por su anatomía, los conejos no pueden respirar por la boca. Estas criaturas utilizan su nariz para respirar con normalidad, inhalando y exhalando aire.
Por esa razón es muy importante que su tracto respiratorio esté sano y que no sufra resfriados, rinitis u otras enfermedades que afecten su sistema respiratorio.
Si tu mascota es un conejo habrás podido notar los continuos y constantes movimientos que hace con su naricita. Subirla y bajarla es un indicador muy interesante de su estado de ánimo, de su estado psicofísico general. Vale decir, que aprender a leer su nariz te permitiría saber cómo se siente o cómo está.
Mucho más que una nariz
La nariz se mueve. Termómetro de interés. La nariz del conejo funciona algo así como un termómetro que además de medir la temperatura, señala su interés por lo que observa, por lo que ocurre a su alrededor. Tu conejo puede estar entusiasmado con un nuevo juego o actividad, o está con todos sus sentidos puestos explorando un nuevo entorno.
La nariz se mueve. Atento y alerta. Cuanto más rápido es el movimiento de su nariz, de arriba a abajo, más atento, alerta e incluso agitado estará tu conejo. Y no significa necesariamente que esté molesto o asustado. De modo que si te mueves a su alrededor o haces algo a lo que no está acostumbrado, es posible que notes cómo su nariz se mueve rápidamente, a veces este movimiento va acompañado también con el de sus orejas.
La nariz no se mueve. Puede tener miedo o estar muy relajado. Si, por el contrario, ves su nariz completamente inmóvil, no te alarmes. No ha dejado de respirar, ni nada parecido, probablemente tenga miedo, está viviendo una situación de mucho estrés y está pensando en huir para refugiarse en un lugar seguro. En otro contexto, esto podría significar que está en calma, relajado, aburrido o sencillamente quiere descansar.