Amor de madre, un instinto animal

amor de madre

Los animales tienen mucho que enseñarnos en cuanto a relaciones y eso incluye la maternidad. Les compartimos ejemplos de amor de madre que, en su mayoría son “madres solteras” y son dignas de admiración.

El mes de la madre es una fecha para celebrar la maternidad de todas aquellas mujeres que día a día se esfuerzan para entregar lo mejor para sus hijos, que entregan cariño incondicional, que muchas veces se postergan o hacen sacrificios enormes por el bien de sus hijos.

Los animales tienen mucho que enseñarnos y en cuanto a la maternidad también tienen mucho que aportar, porque el mundo animal cuenta con varias madres ejemplares que vale la pena conocer y admirar; y que muchas veces son bastante más naturalizadas y protectoras que cualquier mamá humana.

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La paciencia de una madre orangután

    La madre orangután es la más paciente de todo el reino animal. Mientras que en muchas especies las crías se independizan a las pocas horas o días de haber nacido; los orangutanes permanecen con sus madres por 6 o 7 años, como ningún otro animal (no humano) del planeta.

    Además, la madre orangután durante toda su vida, incluidos los años que pasa con sus hijos, se encarga de construir un nido nuevo en la copa de un árbol cada noche. Puede llegar a construir unos 15.000 nidos a lo largo de su vida para darles protección y abrigo a sus crías.

    Dar todo hasta la vida por sus hijos, La madre pulpo

    La vida de estas madres es muy triste, pero son el ejemplo vivo de que una madre da su vida por sus hijos.

    Las hembras pulpo depositan desde 50.000 huevos que cuidan con su vida durante 40 días, que corresponde al tiempo de gestación. No pueden dejarlos, porque los huevos de pulpo son uno de los alimentos favoritos de las especies marinas. Por eso permanecen junto a ellos todo el tiempo, ayudándolos a oxigenarse, soplando literalmente sobre ellos cada cierto tiempo.

    En estos 40 días la madre pulpo no se alimenta. Su cuerpo se consume a sí mismo para subsistir y proteger a sus hijos y, en la mayoría de las ocasiones, cuando las crías nacen, ellas mueren a cambio de que sus hijos puedan nacer y vivir.

    La madre gacela: un ejemplo de protección

    Las gacelas recién nacidas son unos de los animales que más rápido aprenden a caminar y a correr. Esto las hace más independientes, pero a la vez su vida corre mucho más riesgo porque están expuestas a los depredadores.

    Las mamás gacelas arriesgan su vida constantemente para proteger a sus hijos, exponiéndose como carnada para que, en caso de que haya depredadores al acecho, la cacen a ella. Así permite que sus hijos aprendan de su ejemplo y se entrenen para el futuro.

    El amor de madre es magnífico en los animales también

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    La madre elefante nos da cátedra en tolerancia al dolor y en paciencia

    Esta mamá se gana su lugar, porque tiene la valentía de parir las crías más grandes de la naturaleza. Los elefantes recién nacidos pesan en promedio 90 kilos, y son enormes incluso para sus madres.

    Además, su período de gestación es de 22 meses (y nosotras que nos quejamos por 9 y por guaguas de 3 kilos) y luego se encargan de ser los ojos de sus hijos durante mucho tiempo, ya que las crías de elefante nacen ciegas, por lo que sus madres con la ayuda de todas las hembras de la manada, los cuidan de manera especial y no los dejan solos en ningún segundo.

    Por último, el bebé elefante depende únicamente de la leche materna para alimentarse, hasta que aprende a usar su trompa para beber y traer hojas a su boca. Pero cuando logra alimentarse solo, continúa mamando hasta los 3 o 5 años (esto sí que es “a libre demanda”).

    Y cómo no… la mamá leona: trabajadoras

    Si bien es bien sabido que las leonas son madres protectoras, no podíamos dejarlas fuera del listado, porque representan la fuerza, la vigilancia y el instinto materno protector.

    Si hay algo lindo en la crianza de las leonas es que crían en manada, junto a las otras madres y sus cachorros; y permiten que las crías de otras leonas tomen de su leche cuando la de su madre no alcanza para todos (otra nodriza).

    Y son las madres las que se encargan de proveer de alimento a la manada completa y por tanto son prácticamente las únicas cazadoras. Y este rol proveedor es completamente instintivo, ya que lo hacen específicamente, porque de ellas depende el alimentar a sus hijos y de pasada a los hombres de la manada.

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