La importancia de un buen baño.
Nada más relajante que un buen baño, de eso no cabe duda. Pues tu mascota también se lo merece. El baño es una actividad necesaria para mantener en buenas condiciones el manto y la higiene de tu engreída.
La frecuencia del baño dependerá de las necesidades del perro y de cada familia porque hay perros muy limpios y otros que por su entorno se ensucian varias veces en un mismo día.
Las mascotas que viven en departamento pueden requerir un baño con más frecuencia ya que sin ensuciarse pueden presentar mal olor en cuestión de días, incluso ciertas razas, como el shar pei, bulldog francés, bulldog inglés, mastines, por mencionar algunas, están predispuestas al mal olor, mientras que otras casi no presentan el “olor de perro”.
Su primer baño
El baño de los cachorros debe iniciarse al terminar su vacunación ya que puede ser una actividad estresante que baja sus defensas y los exponga a enfermedades.
El champú
La mayoría de supermercados solo ofrecen champús antipulgas, y claro son eficaces, pero para cuidar el pelaje de tu mascota son la peor elección porque resecan el cuero cabelludo del manto. Úsalos solo bajo la indicación de un médico Veterinario.
Lo más recomendable es el champú para cachorros o adultos, no tu champú porque también puede causar resequedad. Existe champús medicados específicamente para problemas en particular que ayudan mucho en la recuperación de lesiones, comezón, resequedad, hongos, etc. A la hora del enjuague hazlo con abundante agua y de preferencia con agua tibia.
El secado
Prefiere las toallas secas destinadas para cada mascota, y en caso utilices el secado con aire (secadora) hazlo con aire tibio.
El cepillado
Los perros también se merecen un cepillado, aunque si nuestra mascota tiene el pelo largo, la tarea se puede poner peliaguda.
Sin embargo, en nombre de su bienestar vale la pena el esfuerzo.
- Acostumbra a tu perro al cepillado desde cachorro.
- Utiliza un cepillo de cerdas naturales.
- Si lo cepillas a diario, disminuirá la cantidad de pelos en casa.
- El cepillado constante evitará que su pelo se enrede o lo peor que tenga motas.
El pelaje de tu mascota es el reflejo de su interior, lo determina la genética, la nutrición, el estado físico y el baño.
Una recomendación general es que bañes a tu mascota cada tres o cuatro semanas, aunque claro hay excepciones. El aseo metódico y correcto de tu fiel amigo será siempre muy beneficioso para él.