Si bien la genética de las razas grandes predispone a ciertas patologías osteoarticulares, el medio ambiente también es determinante, y por medio ambiente nos referimos a alimentación, actividad física.
Así por ejemplo, la displasia coxofemoral (falta de concordancia entre la cabeza femoral y el acetábulo de la cadera) en estas razas puede tener un peso ponderado de 40% y el medio ambiente un 60%.
Dra. Lorena Flores
CMVP 4247
Clínica Veterinaria Flores
También otras enfermedades como la Osteocondritis disecante (necrosis cartilaginosa puntual y muy dolorosa en grandes articulaciones) o la osteodistrofia hipertrófica (lesión en la línea de crecimiento de los huesos largos) están relacionadas con la ingesta proteica-calórica, niveles alterados de calcio y fósforo y exceso de vitamina D en cachorros de raza grande.
Desterrando los mitos
Mito 1
No es cierto que un cachorro de raza grande deba recibir suplementos de calcio extra al alimento balanceado. Esas famosas pastillas de calcio solo alterarán la delicada fórmula del alimento comercial elegido, afectando la proporción entre el calcio y el fósforo, que debería estar cercana a 1,2:1.
Mito 2
No es cierto que si lo alimento más crecerá más fuerte y sano. Alimentar ad libitum a un cachorro de raza grande puede desencadenar los problemas antes citados ya que el aporte energético de la dieta será mucho mayor al necesario, lo cual originará mayores tasas de crecimiento alterando la fisiología osteomuscular.
Mito 3
Los perros comen una vez al día. Si practicas esto con una mascota de raza grande aumentas la probabilidad de provocar en él un síndrome de dilatación y torsión gástrica. Esto pasa cuando el estómago repleto de comida y con mucho peso, gira en el abdomen obstruyendo sus vías de ingreso (esófago) y salida (duodeno) y su propia circulación sanguínea. Es más frecuente en perros de raza grande porque tiene mayor profundidad de pecho y el estómago mayor libertad para girar sobre su eje.
¿Qué es lo que debemos hacer?
• Elegir un alimento comercial de buena calidad (alta digestibilidad) y bajo aporte energético; de hecho, los alimentos formulados para razas grandes tienen éstas características.
• Respetar la ración sugerida en el envase o consultar la ración con el médico veterinario.
• Repartir la ración en cuatro porciones diarias.
• Tener paciencia ya que el crecimiento del perro de raza grande se prolonga normalmente hasta los 18 meses de edad.
• No suplementar con calcio, vitamina D o comidas energéticas a los cachorros.