Para una alimentación sana y correcta para tu mascota, te dejamos 10 reglas básica.
La nutrición de nuestro perro es uno de los aspectos más importantes: veamos diez reglas para una correcta alimentación.
La nutrición del perro es uno de los temas que más interesa a los dueños de cuatro patas y sobre el que las dudas son más frecuentes.
Después de todo, la salud de nuestra mascota también depende de lo que come, por eso es importante prestar muchas atenciones a qué, cómo y cuándo come nuestro perro.
Aquí les dejamos 10 reglas que es muy útil seguir para una nutrición adecuada de nuestra mascota.
Respetar las dosis adecuadas:
Sea cual sea el tipo de dieta que elijamos para nuestro perro, ya sea seca o fresca, es importante seguir las cantidades recomendadas por el veterinario o que también aparecen en el envase de las croquetas cuando se prefiere esta solución.
Para cada edad del animal y cada raza, sobre la base del peso y el tamaño, se debe igualar una dosis diaria proporcional.
Si parece obvio que un chihuahua no puede comer tanto como un Terranova, el riesgo de sobrealimentar a nuestras mascotas es cada vez más generalizado.
Con demasiada frecuencia tendemos a exagerar la comida en el plato, pero sobre todo a llenar a nuestros perros de “comidita” afuera de sus horarios, como snacks, bizcochos y bocados de diversa índole con los que el dueño piensa en gratificar al animal, muchas veces sin darse cuenta de que están perjudicando su salud.
Elegir una dieta adecuada para nuestro perro:
Una vez se pensó que era normal alimentar a la mascota con las sobras de la comida casera.
Hoy en día esto horrorizaría a cualquier veterinario, incluso si hay algunos dueños que todavía mantienen la costumbre de darle al perro un poco de lo que come, pensando que es más sabroso y que no le hace daño.
Ese es precisamente el problema: la sal, los aromas y todas las salsas en general con las que condimentamos nuestros platos son perjudiciales para el perro, porque su sistema gastrointestinal no nació para digerir alimentos tan elaborados.
El riesgo no es solo causar problemas inmediatos a la mascota como vómitos y diarreas, sino también provocar la aparición de enfermedades con el tiempo, que no les permitirá de tener una buena calidad de vida.
Distribuir correctamente las comidas:
Si el cachorro tiene que comer cuatro o tres veces al día, según las etapas de crecimiento, para el perro adulto la ración diaria de comida debe dividirse en al menos dos, preferiblemente por la mañana y por la noche.
No es correcto concentrar toda la comida en una sola ración. El sistema digestivo es demasiado pesado y, especialmente en perros de razas grandes, aumenta el riesgo de torsión gástrica, una enfermedad de emergencia que lleva muchos problemas para nuestra mascota.
Elige alimentos de calidad:
Sea cual sea el tipo de dieta elegida para el perro, debes asegurarte de que sea de buena calidad.
Si prefiere las croquetas, compruebe los ingredientes escritos en el reverso del paquete, debe haber la menor cantidad posible de conservantes y aditivos, si por el contrario opta por alimentos frescos, no elija restos de carne, sino que consulte con su veterinario.
Variar gradualmente la dieta del perro:
Si decidimos cambiar la dieta de nuestro perro o nos vemos obligados a hacerlo por problemas de intolerancia alimentaria u otros factores, recuerda que hay que hacerlo de forma paulatina.
Al cambiar la comida de nuestra mascota de un día para otro, podríamos crear problemas de mala absorción, como también no encontraremos a nuestra mascota muy de acuerdo encontrar una nueva comida así de golpe.
Llenar un plato con agua fresca:
Es importante asegurarse de que nuestro perro siempre tenga agua limpia y fresca disponible en su recipiente, por lo que es bueno recordar cambiarlo incluso varias veces al día.
Dejar al perro su espacio mientras come:
Una vez colocado el plato con la comida en el suelo, sería bueno irse y dejar a nuestro amigo tranquilo para terminar su comida, pero sin tener siempre la comida disponible, de lo contrario él podría pensar que el controla la comida.
Establecer horarios de comida:
Es bueno darle regularidad a la dieta del perro. El debe saber que no come en ningún momento del día, pero hay momentos específicos del día dedicados al ritual “sagrado” de la comida.
De lo contrario corre el riesgo de que el perro pida comida todo el tiempo.
Entonces, en cambio, la mascota, que siempre aprende lo que le interesa muy rápidamente, aprenderá cuáles son los horarios de las comidas y esperará ese momento.
Cuida la higiene:
Los comederos en los que el perro come y bebe deben mantenerse siempre limpios para evitar la proliferación de bacterias. Así como restos de comida en el bol, si eliges una dieta natural con comida húmeda hay que tirarlos y no repetir en la siguiente comida para evitar una posible intoxicación alimentaria.
No cansar al perro después de las comidas:
Después de comer, el perro debe descansar, de hecho, muchas mascotas cuando han terminado de comer se van espontáneamente a “dormir la siesta”.
Debemos evitar cualquier tipo de estrés físico, no a largas caminatas, carreras y juegos exuberantes. Para todas estas actividades debe esperar al menos una hora después de una comida, de lo contrario, como para todo tendrán problemas que con el tiempo se podrían hacer más serio.
Pocas reglas, seguro mucho de usted ya conocía o estaba ya preparado, pero no está de más hacer bueno recordatorio, para no olvidar los básicos para una buena y correcta alimentación para nuestra mascota.