Un nuevo perro a casa, ¿y se hay otro?

Otro perro en casa, ¿Cómo será la convivencia entre ellos?

¿Quieres traer otro fiel amigo a casa, pero tienes miedo de la reacción de tu perro y que no se lleven bien?

¡Aquí te indicamos qué cosas hay que tomar en cuenta y algunos consejos para los primeros encuentros!

Antes de traer un nuevo perrito a casa, es ideal poder conocer bien a tu mascota residente, pues el ingreso de un nuevo perrito podría generar conflictos o estresarla mucho si no tomamos en consideración ciertas cosas. Es importante tomar en cuenta entonces la personalidad de tu mascota residente, su grado de socialización, sus preferencias de juego, su rutina, etc. Además, recordemos que una mascota es responsabilidad y necesitarás tiempo y paciencia para lograr que se adapten y el nuevo integrante se acople a tu rutina.

Para poder introducir un nuevo perrito a un hogar donde ya hay uno, en realidad no existen reglas exactas que nos llevarán al éxito de la convivencia, ya que hay que tomar en cuenta que cada perrito posee un factor individual (como lo mencionado arriba), y que no siempre es cierto que “hembra con macho se llevan bien siempre” (por ejemplo si el macho presenta agresividad por miedo, podría atacar a la hembra porque se siente amenazado).

O que “el cachorro siempre se lleva bien con un perro adulto” (ya que por ejemplo si el perro adulto tiene 7 años y nunca ha socializado con cachorros, puede querer atacarlo por estrés o para que no se acerque porque es muy “efusivo” y lo estresa), o por último “entre cachorros siempre se llevan bien” (podría ser que uno de los cachorros tenga temperamento temeroso o juegue muy tosco por falta de regulación de impulsos adecuada a temprana edad y ocurran ciertos conflictos).

La introducción de un perro:

¿Qué hacer?

Es importante tratar de hacer la introducción en un espacio neutro para ambas mascotas, y no de frente en la casa o lugar cerrado. Lo ideal es que el primer encuentro sea en un parque, por ejemplo, teniendo a los perros con sus correas sin jalar o tirar, y que se vayan acercando de a pocos conforme caminan. Compartir actividades que a ambos perros les gusta (como pasear) es útil para que la primera impresión sea algo positivo.

En esta primera parte, debemos estar atentos al lenguaje corporal de los perros, para poder determinar si se sienten a gusto o no.

Las orejas y mirada relajadas nos indican buenas señales, así como un movimiento suave de la cola. Si ambos perros se olfatean de manera tranquila también es una buena señal.

Estemos atentos a algunas señales de miedo o estrés y separémoslos de manera calmada si: alguno de los dos perros presenta una postura muy rígida, o si tienen la cola metida entre las piernas, si miran de reojo sin moverse demasiado, o si existen gruñidos por parte de uno o ambos.

Si notamos signos positivos, podemos recompensar a nuestra mascota con un “¡Muy bien!” y una caricia corta, o con un premio comestible en ese momento.

Las primeras interacciones deben ser cortas, para continuar con el paseo, y pronto hacer otra pausa para continuar con las interacciones directas.

Cuando lleguen a casa, de preferencia se deben separar las cosas del perro residente del perro nuevo, ya que esto puede generar agresión por parte del residente al ver que sus recursos peligran.

No será eternamente, solo hasta que su relación se afiance y pronto se toleren más, al punto de poder compartir espacios de descanso (cama), juguetes, etc.

Siempre es bueno reforzar todas las interacciones positivas que observes entre las mascotas, ya sea con premios comestibles o con tonos amigables como “¡Muy bien!”

Si es el caso de un cachorro que aún no puede pasear, y no pueden encontrarse en el parque con tu perrito residente, es importante que no introduzcas al cachorro de frente en los ambientes propios de tu perro, ya que esto le generará estrés y tal vez lo quiera agredir por proteger sus cosas (una vez más, es importante tomar en cuenta los factores arriba mencionados).

En estos casos, es buena alternativa mantener al cachorro en un ambiente separado, y hacer las interacciones muy graduales, asociando a tu perro residente con algo positivo cada vez que vea al cachorro.

No olvides estar atento a la aparición de signos de estrés en tu perrito residente (como dejar de comer, no querer jugar, ocultarse en alguna zona de casa, etc.), para poder ayudarlo a tiempo y que el estrés no progrese y lo haga enfermar.

En caso de introducción de un cachorro con otro cachorro, usualmente la facilidad que tienen éstos de socializar ayuda a que las cosas marchen bien, pero hay que controlar el juego ya que los cachorros suelen presentar a veces juego tosco o falta de control de impulsos, y alguno podría salir lastimado. La educación de ambos para la convivencia armoniosa es lo ideal.

¿Qué no hacer cuando introduzco un nuevo perrito?

  • No dejes solos a los perros para que “ellos se entiendan”, y menos de frente en casa o espacios cerrados. Esto puede hacer que ocurra agresión por estrés, miedo, territorialidad, etc.
  • Cuando los aproximes en el parque, trata de no jalar o tensar las correas. Esto puede ser una señal que el perro interpreta como “algo malo pasa” y puede ponerse nervioso y agredir al otro perro.
  • No dejes que el nuevo perrito acceda de frente a las cosas o recursos de tu perro residente, esto puede generar estrés en él y puede haber conflictos.
  • No castigues a tu perro por haberle gruñido o haberse comportado “como tú no esperabas”, ya que esto solo añadirá más estrés a la situación y harás que tu perro asocie que el nuevo perro significa algo malo. Estemos atentos a sus señales corporales para poder retirarlos de manera calmada a tiempo y prevenir agresiones.

Finalmente recuerda que cada situación será diferente, y lo ideal antes de traer una nueva mascota a casa es tomar en cuenta las características de nuestro perro residente, y preguntarnos si será contraproducente o no.

Existen protocolos para poder realizar una introducción adecuada, y en éstos debemos siempre tener en cuenta los factores de ambas mascotas para poder predecir el resultado.

Si deseas más información sobre las posibilidades que tiene tu perrito de poder convivir con otro, puedes escribirnos a nuestras redes para poder asesorarte en el.

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