Aprendiendo a jugar con cachorro

Jugar con cachorro es siempre una gran felicidad, para nosotros, pero mucho más para ellos.

Cuando se trata de compartir tu vida con un cachorro, es fundamental comenzar de la mejor forma la relación y el vínculo que estableces con él. Jugar con un cachorro es una fantástica oportunidad para enseñarle ciertos límites y una interacción sana, también partiendo de momentos de alta excitación.
La Real Academia de la Lengua define la palabra jugar como “hacer algo con alegría y con el solo fin de entretenerse o divertirse”.
Y eso es exactamente lo que hace un cachorro, adora jugar, correr, perseguir, ladrar, morder, hacer todo eso especialmente con su amo.

Pero, ¿Qué pasa cuando el juego se vuelve peligroso? ¿Cuándo poner límites?
Un cachorro necesita desahogar su energía. Por eso es tan importante que todos los días reserve un poco de tiempo para jugar o salir a dar un paseo solo con él. Y esto es algo que debe tener en cuenta desde el momento en que usted y su familia deciden tener una mascota. ¿Están dispuestos a asumir el compromiso?

Los beneficios del juego
• El juego además de entretener puede serle muy útil a su cachorro.
Hay juegos bien estructurados que enseñan a su perro a obedecer, sin correa, algunas órdenes sencillas. En este caso, un buen entrenador podrá ayudarlos.
• Un buen juego debe tener la capacidad de ofrecer a su cachorro estimulación física y mental para evitar el aburrimiento y la monotonía. Recuerde que estos últimos pueden ser los detonantes de un comportamiento agresivo o “maniático” que puede comprometer la calidad de vida de su mascota.
• Un cachorro disfruta la interacción con su amo, otros seres humanos y otros perros. Los espacios de socialización, como el parque, son muy importantes.
Entretener a su cachorro elimina el fantasma de los comportamientos antisociales que pueden dar lugar a la agresión.
• El juego y el placer de interactuar harán que el cachorro no solo se divierta, sino que también aprenda a domesticar los miedos e incertidumbres, a socializar y a respetar las reglas de la actividad en comunidad.

Recuerde, si su perro parece especialmente “indomable” o muestra un comportamiento agresivo, contacte con un experto en entrenamiento canino.


Solo un profesional puede darle la información y orientación más adecuadas.

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